- Aunque durante toda la jornada de ayer se publicaron informaciones en multitud de medios de comunicación sobre la prohibición de lucir publicidad de casas de apuestas en las camisetas de los equipos de fútbol de Primera y Segunda División durante el estado de alarma (la última prórroga del mismo, aprobada el pasado sábado, expira el 21 de junio), lo cierto es que finalmente sí podrán hacerlo en la inminente reanudación de la Liga (esta misma tarde se disputan los 45 minutos pendientes del Rayo-Albacete de Segunda y mañana se juega el derbi sevillano de Primera) tras más de tres meses de parón provocado por la pandemia de covid-19. Al menos, así se lo transmitió la Liga de Fútbol Profesional (LFP) a sus clubes (entre ellos, Osasuna) al término de la reunión que mantuvo ayer con sus representantes después de haber realizado las consultas pertinentes ante el Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Ministerio de Consumo. En definitiva, que Osasuna podrá lucir en su camiseta el logo de Kirolbet, su patrocinador principal, durante los once partidos de este final de Liga exprés que se va a resolver entre junio y julio.

Aunque según el artículo 37 del Real Decreto-ley 11/2020 publicado el pasado 1 de abril queda prohibido ofrecer publicidad de casas de apuestas hasta que concluya el estado de alarma, lo cierto es que la redacción del mismo había provocado diferentes interpretaciones en lo referente a si realmente impedía lucir el nombre de la marca de una casa de apuestas en la camiseta. Y los límites difusos fueron aclarados ayer, en vísperas del reinicio de la competición. Así lo confirmaron las fuentes de Osasuna consultadas por este periódico, aunque el club rojillo no será el único que salga beneficiado con esta decisión del Gobierno de Pedro Sánchez, ya que Leganés, Valencia, Sevilla, Alavés, Granada y Mallorca son otros de los equipos de Primera que también podrán seguir luciendo en sus camisetas el logo de las diferentes casas de apuestas que les patrocinan.

Aunque desde el Gobierno no se ha hecho pública esta interpretación de una norma que algunos equipos ya habían pasado por alto al lucir sus jugadores marcas de casas de apuestas en sus indumentarias de entrenamiento tras el desconfinamiento, lo cierto es que en Osasuna dan por hecha la oficialidad de una decisión que cambia los planes de la entidad. Y es que en el club navarro ya estaban preparados para que el equipo disputara las tres primeras jornadas de la reanudación liguera (incluidas todas ellas dentro del estado de alarma) con la camiseta liberada del logo de Kirolbet, aunque manejando varias opciones, desde dejar la camiseta sin publicidad, hasta elevar a la pechera de la misma la marca de otro de los patrocinadores del club o uno nuevo.

Aunque en Osasuna daban ayer por válida la información que les transmitió la Liga y dan por hecho que el equipo podrá lucir el logo de Kirolbet a partir de su primer partido oficial tras el parón (visita a la Real Sociedad este domingo a partir de las 22.00 horas), también son conscientes de los continuos cambios de criterio que se han producido durante los últimos meses en asuntos relacionados con el regreso de la competición (por ejemplo, primero se dijo que iba a ser a puerta cerrada y ahora no se descarta que haya público en la grada a partir de julio), por lo que el club va a estar atento a las variaciones que puedan producirse en los próximos días.

En este punto, resulta conveniente recordar que el presidente de Osasuna, Luis Sabalza, se comprometió en la última asamblea de socios compromisarios del club a explorar la posibilidad de romper la relación contractual con Kirolbet, que nació en abril de 2018 y expira en 2021. Y es que un amplio sector de la masa social de la entidad mostró su malestar por la decisión de la directiva de vincular a Osasuna con una casa de apuestas, aunque el máximo mandatario del club matizó que estudiaría el cese de este acuerdo de patrocinio siempre y cuando no supusiera un perjuicio económico para las arcas de la entidad. En cualquier caso, las fuentes consultadas indicaron que el club tiene ahora otras prioridades, aunque sin olvidar la promesa de Sabalza.