El parón de las competiciones por la situación sanitaria no sólo ha afectado a los clubes de fútbol, también a los árbitros de categorías regionales, en su mayoría jóvenes y aún aprendiendo, y que ven cortada su progresión. La profesión del árbitro no suele ser comentada generalmente, salvo por un error o mala actuación, siempre queda en segundo plano del verdadero protagonista del deporte, el futbolista. Pero lo cierto es que los árbitros también forman parte del fútbol, y son una pieza fundamental.

Tan cierto es que los colegiados son los jueces del encuentro, pues indican cuándo comienzan y cuándo terminan los partidos -ademas de dirigir el ritmo de los mismos- como que son las figuras más olvidadas. Ellos, al igual que los futbolistas, han vuelto a la acción.

Felipe Martínez Quiroga, presidente del Comité de Árbitros, reconoce que “ahora, que se ha abierto la puerta al fútbol territorial, hemos estado trabajando en ello y la Federación ha informado a los clubes de su protocolo, y el Comité de Árbitros a los árbitros del suyo”, en caso de que se dé algún positivo, cosa que de momento, “no ha ocurrido”.

Martínez, que desvela que al igual que ocurre con los clubes, los árbitros “no van a descender”, incide en que durante el confinamiento “el preparador físico les mandaba correos con directrices, tienen una app con preguntas para preparar el teórico y videoconferencias para resolver dudas”, asegura que todos “están preparados” y lamenta que “hemos echado en falta el contacto con la gente en las reuniones formativas. Ponías vídeos para resolver dudas y ahora se hace por zoom, pero no es lo mismo porque el colectivo arbitral necesitamos estar juntos y ese roce con la gente se está perdiendo un poco”.

Por su parte, David Pérez García, colegiado de Tercera, no esconde las ganas que tenía por volver a la acción. Volver “fue una alegría, porque llevábamos meses de de inactividad”.

Precisamente, durante esa inactividad “íbamos teniendo en el confinamiento reuniones por videollamadas. El Comité y la Federación hicieron que contactáramos con colegiados de Primera División. Eran charlas entretenidas en las que cambiábamos con ellos opiniones y novedades para esta temporada. Hemos estado en constante formación, porque nos han mandado circulares”, señala un David que reconoce que los entrenamientos han cambiado y la “vuelta nos ha costado”.

Como colegiado, David agradece que se le haya abierto la puerta al público, porque “el fútbol sin público pierde muchísimo, te hace estar más metido en el partido, es más entretenido. Prefiero mucho más el ambiente, aunque te griten o te digan alguna cosa porque te hace estar más centrado. Cuando no veíamos público podíamos llegar a entender que era un entrenamiento más exigente, sin llegar a verlo como un partido de competición”.