Vitoria - La que mide hoy al Anadolu Efes con el CSKA en el Fernando Buesa Arena de Vitoria (20.30 horas, Movistar Deportes) es una final de Euroliga inesperada a priori, ya que contaban más un Fenerbahce claramente favorito en la semifinal turca y un Real Madrid que parecía con más opciones en su semifinal contra el equipo ruso.

Pero el Fenerbahce acusó mucho el precario estado físico de una plantilla llena de bajas y jugadores tocados. Y más aún el espléndido partido del Efes, con un Shane Larkin prodigioso y un Vasilije Micic secundándole en todo momento hasta hacer claudicar como pocas veces a un equipo del gran Zelko Obradovic, el técnico más laureado de la competición.

El Madrid, por su parte, dejó escapar en casa de su entrenador una oportunidad de oro. Primero una final que tenía prácticamente amarrada a 14 minutos del final cuando ganaba por 14 puntos y, por ende, un título que debía ser la guinda a la histórica era de Pablo Laso en el club blanco. En los mejores momentos del Madrid en la semifinal, pocos dudaban de que iba embalado hacia la undécima. Sin embargo, será el CSKA el que intente acortar distancias en el historial de la competición, en el que la victoria blanca de 2019 en Belgrado le consagró aún más como el equipo que más veces ha levantado una Copa de Europa en cualquiera de sus formatos, con tres títulos de ventaja con respecto a sus perseguidores.

Curiosamente fue un exmadridista, Sergio Rodríguez (23 puntos), que llegaba tocado en un tobillo al torneo, el que mantuvo vivo a los rusos en sus peores momentos. Cuando parecía que Edy Tavares, con un inicio arrollador, les iba a pasar por encima. Pero no solo lo hizo, sino que el Madrid permitió entrar en acción en el tramo decisivo a Nando de Colo (23 puntos y 27 de valoración). Y eso en el baloncesto europeo es sinónimo de derrota.

En esos últimos minutos de remontada roja aparecieron los rocosos interiores Will Clyburn y Othello Hunter para neutralizar a las torres blancas y ayudar a voltear el duelo. Un partido del que quedará para la historia la actuación de El Chacho, que hoy busca su segunda Euroliga tras la que logró en 2015 precisamente con el Madrid. Aunque no tanto como el recital de Larkin (30 puntos, 7 rebotes, 7 asistencias y 43 de valoración), gran arma de un Efes que también vio como, con el protagonismo del australiano Brock Motum, su rotación interior intimida más que con la sola presencia de Bryant Dunston, otro jugador clave junto a Adrien Moerman, este en los lanzamientos lejanos. La suerte está echada.