PARECÍA difícil, pero en Nissan lo están logrando. Repetir el éxito del Qashqai se antojaba claramente difícil, sin embargo, el nuevo Nissan Juke está sorprendiendo a propios y extraños, incluso a los mismos concesionarios de la firma. Su concepto de vehículo compacto (con unas dimensiones de 4,135 metros de largura, 1,765 de anchura, 1,570 de altura y 2,530 de distancia entre ejes) se combina con una parte inferior de todocamino, merced a sus amplias llantas, anchos neumáticos y mayor distancia libre al suelo (18 centímetros); en tanto que la parte superior aporta la estética de un cupé deportivo de carretera, sin apenas voladizos, con formas redondeadas y muy dinámicas, una cintura muy alta, el techo en caída hacia atrás y las manillas de las puertas traseras escondidas en los marcos, y provisto además de cinco prácticas puertas. Esta simbiosis perfecta ha conseguido seducir al mercado por ser, en primer lugar, diferente a todo lo conocido y, en segundo término, perfectamente válida y moderna para estos tiempos que vivimos.

Como asegura la marca, "esta mezcla de SUV y coche deportivo que desafía la tradición de los modelos pequeños, que se fabrica en Europa y Japón, pero que se dirige a todo el mundo, incluyendo también Estados Unidos", no sólo aporta una imagen o un concepto diferentes, sino que además se permite el lujo de incorporar tecnologías innovadoras como "un nuevo y potente motor de inyección directa de gasolina turboalimentado o un nuevo sistema de tracción integral sensible al par".

El Juke es pequeño, a medio camino entre un utilitario y un compacto, pero lo que de verdad le caracteriza es que resulta alternativo, tanto por su estética como por sus posibilidades, ya que como todocamino que es amplía su margen de utilización respecto a un turismo convencional debido a la tracción a las cuatro ruedas. Aquí puede que se encuentre el único punto criticable en la oferta de Nissan, puesto que sólo plantea la posibilidad de la tracción integral con el motor de gasolina más potente, el 1.6 turboalimentado de 190 CV y dotado de cambio automático, y deja al diésel 1.5 dCi de 110 CV sólo con la tracción delantera, igual que el 1.6 atmosférico de 117 CV. Asimismo, también puede solicitarse el 1.6 de 190 CV con tracción anterior.

POTENTE Y DEPORTIVO Que por dimensiones se acerque a las de un utilitario no implica que sus mecánicas sean pobres en rendimiento, muy al contrario. El Juke llega provisto de tres potentes motores de gasolina y gasóleo. Comenzando por el mayor, se trata del cuatro cilindros en línea 1.6i Turbo, con 1.618 centímetros cúbicos (cc), 16 válvulas, inyección directa secuencial de altas prestaciones, turbocompresor, intercooler, 190 CV a 5.600 revoluciones por minuto (rpm), 240 Nm de par máximo de 2.000 a 5.200 vueltas, tracción delantera o total, caja de cambios manual de seis marchas o automática con convertidor de par bloqueable (XTronic CVT-M6), 215 km/h (manual) y 200 km/h (automático) de velocidad punta, consumos medios homologados de 6,9 litros (manual) y 7,6 litros (automáticos), emisiones de 159 y 175 gramos por kilómetro, respectivamente, y pesos entre 1.286 y 1.441 kilogramos. Esta mecánica se ofrece con las terminaciones Acenta y Tekna.

El segundo de los gasolina es 1.6i, de cuatro cilindros en línea, con 1.598 cc, 16 válvulas, 117 CV a 6.000 rpm, 158 Nm a 4.000 vueltas, caja manual de cinco marchas o automática por convertidor de par bloqueable (XTronic CVT), tracción delantera, velocidades máximas de 178 km/h (manual) y 170 km/h (automático), consumos medios entre 6 y 6,4 litros, emisiones de CO2 de 138 a 149 gramos por kilómetro y pesos entre 1.172 y 1.254 kilogramos. Se ofrece con los tres acabados: Visia, Tekna y Acenta.

Por último, el diésel es el 1.5 dCi, con cuatro cilindros en línea, 1.461 cc, 8 válvulas, inyección directa, turbocompresor, intercooler, caja de cambios manual de seis marchas, tracción delantera, 110 CV a 4.000 rpm, 240 Nm a 1.750 vueltas, 5,1 litros de gasto medio, 134 gramos de emisiones de CO2 por kilómetro, 175 km/h de velocidad punta y pesos entre 1.285 y 1.329 kilogramos. También se comercializa con todas las terminaciones.

Estos notables rendimientos se ven acompañados por un chasis dotado de unas eficaces suspensiones, con un eje delantero de tipo McPherson y un tren trasero de barra de torsión, que en la versión de tracción total copia el esquema del Qashqai con un eje posterior multibrazo. Por su parte, la citada variante All Mode 4X4-i aporta una novedad de relevancia, lo que Nissan denomina "tecnología sensible al par", y que consiste en un mecanismo de reparto del empuje que "aumenta la agilidad y reduce el subviraje (deriva del tren delantero) en curva, puede repartir el par entre ambos ejes hasta un máximo de 50%/50% y permite una óptima distribución del empuje entre la rueda derecha e izquierda del eje trasero". Este sistema, según precisa Nissan, "hasta ahora sólo estaba disponible en los modelos de gama alta".

Asimismo, el bastidor incorpora cuatro frenos de disco con ABS, EBD y asistente de frenada en todas las versiones, en tanto que el programa electrónico de estabilidad es de serie en las terminaciones Acenta y Tekna y en la Visia con motor diésel. Las medidas de los neumáticos empleados son: 205/60 R 16 (llanta de acero) y 215/55 R17 (de aluminio). Por su parte, el maletero cuenta con una capacidad de 251 litros, en línea con lo que ofrecen muchos utilitarios, y su depósito de combustible se conforma con 46 litros. Asimismo, para ahorrar espacio, emplea la socorrida rueda de repuesto de emergencia.

Por último, los precios oficiales sitúan a las versiones diésel entre 17.950 y 21.650 euros, al 1.6i de gasolina atmosférico de 117 CV entre 16.250 y 20.950 euros y al 1.6i Turbo de 190 CV entre 19.650 y 25.250 euros.