Al mismo tiempo que los trabajadores de Koxka sufrían una rebaja salarial del 20% y estaban sin cobrar la nómina, y los proveedores ya no percibían remuneración por sus servicios, el 31 de marzo del año pasado, el director general de Koxka, Mark Johnston, fue despedido por “haber perdido la confianza del propietario de AIAC-Isoard por aumentos salariales injustificados”. Ese mismo día sacó con la tarjeta bancaria de Koxka “600 euros en efectivo, compró en un supermercado por valor de 289,47 euros, gastó 71,10 euros en una estación de servicio y 62,87 euros en una farmacia”, según la demanda de los trabajadores.

Mark Johnston; Jordi Martínez, apoderado general de la compañía y Anthony Zandos, representante del administrador único Iberian Corporate Services -propietaria de Isoard, sociedad que adquirió el 100% de las acciones de Koxka- son los nombres propios que aparecen en la demanda de los trabajadores. Para la plantilla y los sindicatos CCOO, UGT e independientes su actuación ha provocado que el concurso se tenga que declarar culpable, y ellos tendrían que responder ante este hecho.

La demanda de los trabajadores aclara que “mientras se mantenía la actividad de la empresa, se procedía a distraer importantes cantidades de dinero, destinándolas a fines ajenos al objeto social de la concursada, cantidades que en el caso que nos ocupa, Koxka, pueden ascender a una cifra superior a los diez millones de euros, como la concesión de un crédito de 4,9 millones a Isoard; un préstamo a Cubigel de dos millones -empresa que presentó concurso de acreedores-; retribuciones a personal ajeno a Koxka y ligado a AIAC-Isoard, como por ejemplo un bonus de directivos de AIAC que ascendió a 927.127,44 euros, tarjetas de crédito para uso ajeno a la actividad mercantil o 1,2 millones de euros por autoasesoramiento, entre otros muchos capítulos de gasto a costa de Koxka”.

de empresa a empresa

De Barcelona a Pamplona

Martínez y Johnston, de Cubigel a Koxka

Reseñables son los 1.255.539,18 euros cobrados por la empresa barcelonesa Cubigel, adquirida por el fondo AIAC, por “asesoramiento”. En esta empresa, dedicada a fabricar compresores industriales y que entró en concurso de acreedores antes que Koxka, trabajaban Jordi Martínez y Mark Johnston antes de recaer en Koxka. La demanda desvela que “tanto el señor Jordi Martínez como el señor Mark Johnston eran empleados de la factoría navarra, director de operaciones financieras uno y director general el otro, desde octubre de 2011. Y a pesar de todo, seguían emitiéndose facturas desde Cubigel por asesoramiento de directivos de la empresa catalana (Martínez y Johnston) a directivos de Koxka, que eran ellos mismos”. En la demanda, lo califican de “autoservicio de asesoría”.

actuación

Mismo ‘modus operandi’

Tres veces y por ahora no ha sido la vencida

El fondo buitre AIAC ha invertido en tres empresas en el país: el Grupo Ramón Vizcaíno, Cubigel Compresores y Koxka. En todas ellas obró de la misma manera y todas acabaron en concurso de acreedores. Ramón Vizcaíno cerró, Cubigel recayó en un fondo chino y todavía el futuro de la factoría navarra está en el aire.

La demanda de los trabajadores explica que “una vez adquiridas las sociedades, las mantiene en funcionamiento por el tiempo máximo posible mientras las exprime financieramiente hasta abocarles a la liquidación”. En la documentación se detalla que “en todas ellas se presentan planes de viabilidad, consistentes en modificaciones de las condiciones laborales y en rebajas salariales, en una aportación de capital por organismos institucionales y en una aportación de capital para el socio”.

La demanda de los trabajadores y la de los proveedores tienen que ser analizadas por el administrador Eveac para determinar si considera el concurso culpable o fortuito, decisión que tiene que producirse en breve. Una vez que se pronuncie, el Ministerio Fiscal estudiará el proceso y también tendrá que pronunciarse si el concurso es culpable o fortuito.