- 2020 lo ha cambiado todo, incluso lo que era una constante casi matemática que se repetía año tras año. Por primera vez en las últimas décadas, el número de pensiones que abona la Seguridad Social en Navarra se reduce, una consecuencia de la epidemia, que generó una elevadísima mortalidad sobre todo en los meses de marzo y abril y que se ha recrudecido, si bien con un menor impacto en los decesos, con la llegada del otoño.

Los datos de la Seguridad Social en octubre ya reflejan el impacto. El mes pasado se pagaron en Navarra 137.394 pensiones, lo que supone 248 menos que en enero. El descenso es muy pequeño en términos porcentuales (-0,10%) y quizá se corrija incluso en los próximos meses -noviembre y diciembre marcan tradicionalmente fuertes incrementos en la nómina total- pero supone un hecho absolutamente inédito al menos desde los años 80. Con el progresivo envejecimiento de la población, la incorporación de la mujer al trabajo y la consolidación de la esperanza de vida, la nómina de las pensiones no ha dejado de crecer. Y en la última década, como muestra el gráfico, lo ha hecho a razón de más de 2.000 pensiones nuevas al año en Navarra y en torno a 110.000 nuevas anuales en España.

Los datos muestran, en cualquier caso, un comportamiento distinto en función del tipo de pensión. Las pensiones de jubilación siguen creciendo, si bien se contienen también de manera relevante, como consecuencia de la llegada de grupos de población cada vez más numerosos al umbral del retiro. Esta va a ser una constante durante al menos las dos próximas décadas. No sucede lo mismo con las pensiones de viudedad, que caen levemente (-171) e incluso con las de incapacidad, que parecen acusar la disminución de los accidentes laborales, cuya marcha suele ser pareja con el volumen de empleo.

Este freno del crecimiento en el número total de pensiones se extiende por supuesto al conjunto del sistema de la Seguridad Social, que conforma una caja única en todo el Estado. De hecho, el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social prevé que este año termine con una leve caída de apenas 2.200 pensiones. En total, la Seguridad Social paga en España 9,799 millones de pensiones.

Los datos muestran además el impacto de la epidemia en otra variable. El número de bajas prácticamente se duplicó en los meses más crudos de la epidemia. En abril, se registraron 1.054 bajas, lo que supone el doble que en el mismo mes del año pasado.

No parece en cualquier caso que este freno en el número de nuevos pensionistas vaya a suponer un ahorro, relevante para las cuentas de la Seguridad Social, que este año acusan además la fuerte caída en las cotizaciones sociales, consecuencia del incremento del desempleo y de la destrucción de miles de puestos de trabajo durante la primavera.

De hecho, entre enero y septiembre, los ingresos por cotizaciones sociales suman 88.894,3 millones de euros, un 4% menos que en el mismo periodo de 2019. Este comportamiento viene motivado por el descenso en la cotización de ocupados en un 6,67% (5.829,8 millones de euros menos), ya que la de desempleados aumenta un 41,1%, con 2.117 millones de euros más.

Según el Ministerio, el descenso en la cotización de ocupados tiene su origen en las distintas medidas que se han puesto en marcha para hacer frente a la pandemia, como la exoneración de cuotas para las empresas acogidas a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor y para aquellos autónomos perceptores de la prestación extraordinaria.

Ambas medidas, que incluyen exenciones en las cotizaciones a la Seguridad Social, han supuesto para la Seguridad Social una pérdida de ingresos de 3.277,9 millones de euros hasta septiembre.

A ello hay que sumar la concesión de moratorias en el pago de las cotizaciones a las que se han podido acoger las empresas y los trabajadores por cuenta propia y las devoluciones de las cuotas de trabajadores autónomos beneficiarios de la prestación por la situación provocada por la pandemia, que a 30 de septiembre se cifran en 483 millones de euros de cuotas reintegradas.

Lo mismo sucede en Navarra, si bien los datos territoriales de 2020 no resultan comparables todavía con los del año pasado. De hecho, hace unas semanas se cerró el ejercicio de 2019, con un déficit de 241 millones de euros, superior a los 215 millones de 2018 y a los 233 de 2017. El desfase es muy similar al que se registraba en el año 2016, con una tasa de paro muy superior y que alcanzaba los 239 millones y rebasa ampliamente el de los periodos más duros de la crisis. El saldo entre cotizaciones y pagos no es positivo en Navarra desde la crisis de 2008.

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La pensión media de jubilación era en Navarra de 1.319 euros, 29 euros más que hace un año.

1.484

Quienes accedieron a la jubilación en septiembre, último mes del que hay datos cobraban 1.484 euros de media. En lo que va de año, los nuevos pensionistas han cobrado de media 1.552 euros, 35 euros más que en los nueve primeros meses del año anterior. El dato muestra que parece haberse frenado el deterioro de años anteriores.

Un posible pago único. El Gobierno central dará forma en las próximas semanas a una nueva ley de pensiones que debe abordar distintos aspectos. Uno de los objetivos del Ejecutivo es demorar la edad de jubilación para aquellas personas que lo deseen y, para ello, contempla establecer un pago único que lo incentive. "Hemos hecho encuestas y se pone de manifiesto que las personas que están a punto de jubilarse estarían dispuestas a demorar la edad de jubilación preferiblemente con un pago de una sola vez al principio", explicó esta misma semana José Luis Escrivá, ministro de Inclusión y Seguridad Social.