La cercanía del lobo genera inquietud entre algunos ganaderos navarros, que ven cómo los ataques a ovejas se han vuelto relativamente frecuentes en Aragón y en La Rioja. El Gobierno de Navarra, en cualquier caso recordaba ayer que "no existe constancia de la presencia del lobo en Navarra desde hace mucho tiempo", y señalaba que el último ataque, registrado en Siguës, no correspondería a una manada, sino a individuos aislados.

El Departamento, dijo, "es conocedor de la evolución del lobo en la península, tanto de las poblaciones de lobo ibérico situadas al oeste de Navarra como de la progresión desde el este del lobo de origen italiano a través de Francia y el Pirineo".

Asimismo, recordaba que no existe constancia de la presencia de grupos reproductores en las proximidades de Navarra y no sería descartable la presencia esporádica de individuos divagantes, como al parecer ha ocurrido en el episodio reciente de Sigüés.

Ante este último ataque, EHNE había reclamado al Gobierno que tome medidas y ya se mostró crítico hace unas semanas cuando se prohibió la caza de este depredador al norte del río Duero.

Esta misma semana se ha conocido asimismo un nuevo ataque en La Rioja. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos de La Rioja (UPA Rioja) denunció a través de un comunicado un ataque de lobos a una ganadería de ovino extensivo en Mansilla, con seis ovejas muertas. Esta zona en el Alto Najerilla, próxima a Valdezcaray.

Los ataques, expone el sindicato, se produjeron el pasado 19 de agosto en La Hiruela y en Los Gustares, con el resultado de cuatro y dos ovejas muertas respectivamente. "Es el segundo ataque de lobo, del que tengamos constancia, a ganadería extensiva de ovino en las dos últimas semanas", se lamentaban desde UPA.