La situación de Volkswagen Navarra, similar a la que atraviesa la mayoría de las plantas de automoción de toda Europa, protagonizó ayer la sesión del control del Parlamento de Navarra. Y María Chivite lo aprovechó para recordar que la factoría lleva casi 15 años reclamando la salida de las vías del tren de sus instalaciones, que se ejecutará con cargo a los fondos públicos y que costará 41 millones de euros.

Chivite respondía así a Javier Esparza, presidente de UPN, quien pidió que “se revise” el convenio por el que el Gobierno de Navarra va a destinar 41 millones de euros a eliminar la vía ferroviaria que atraviesa la planta de Volkswagen Navarra. “Si no hay otros compromiso con la empresa, ese convenio se tiene que revisar, no tenemos que regalar 41 millones a Volkswagen para que se planten margaritas y no se ponga la planta de baterías dentro de la fábrica”, subrayó Esparza, quien tomaba así prestadas las palabras de Raúl Portillo, del sindicato LAB.

Esparza optó por simplificar las cosas y aseguró que “el resumen es que vamos a regalar 41 millones al grupo Volkswagen, no le exigimos compromiso de empleabilidad, la planta de baterías se implanta fuera de Landaben, hacemos que Volkswagen sea menos competitiva y hacemos que se pierdan mil puestos de trabajo”.

María Chivite, por su parte, afirmó que Esparza “engaña, miente, o lo que es peor, no se entera de absolutamente nada”. Así, Chivite señaló que ya en 2012, con Esparza como consejero del Ejecutivo foral, el Gobierno de Navarra trabajó con Volkswagen Navarra para atender la necesidad de sacar la vía de tren de la planta de Landaben y en aquel momento “para nada se hablaba de fábrica de baterías ni de electrificación”. La jefa del Ejecutivo afirmó que la necesidad que ya se planteaba entonces “la va a resolver este Gobierno”.

María Chivite destacó que esta infraestructura nada tiene que ver con la planta de baterías u que estaba encima de la mesa desde el año 2009. “Es una demanda histórica de Volkswagen Navarra”, dijo Chivite, quien evitó precisar que, tras la pandemia y cuando comenzaron a discutirse las adjudicaciones de modelos eléctricos, las reclamaciones de la multinacional subieron de intensidad. E hizo saber al Gobierno que su salida era imprescindible para el normal funcionamiento de la empresa.

Ir a Alemania 

 Por su parte, la parlamentaria de EH Bidu Laura Aznal señaló que “externalizar el montaje de baterías es no apostar por la planta de Volkswagen en Navarra, es restar competitividad a la fábrica frente a competidores externos e internos”. “El Gobierno de Navarra dio 40 millones a Volkswagen para liberar espacios y afrontar el proceso de electrificación y quiero preguntar a qué se va a destinar esa superficie que se ha liberado”, dijo.

Aznal señaló asimismo que “la penetración del vehículo eléctrico en el mercado no está siendo como estaba previsto” e indicó a la presidenta que “yo en su lugar hace meses que hubiera ido a Alemania para reunirme con las personas que van a decidir de primera mano el plan de futuro para esta planta”.

Aznal no quiso hablar de alarmismo “porque se está negociando un convenio, pero sí de rigor y mirada global porque cuando dependemos de multinacionales hay que levantar la mirada del mapa y ver dónde se toman las decisiones”.

El portavoz del PSN, Ramón Alzórriz, afirmó que “está claro que el trabajo realizado de manera discreta pero contundente por parte del Gobierno de Navarra ha tenido su rédito al haberse asegurado las inversiones necesarias para acometer la fabricación de modelos eléctricos a partir de 2026.