Trabajadores del sector de la banca, convocados este viernes a la huelga, se han manifestado por las calles de Pamplona en demanda de un convenio digno. Con pancartas con lemas como 'El sector bancario en lucha' y 'Por un convenio de la banca digno', se han manifestado por el centro de la capital navarra con un recorrido que ha comenzado en la sede del BBVA en la plaza de Merindades y que ha finalizado en la del Banco Santander, en la plaza del Castillo, recorriendo las principales entidades bancarias.
En declaraciones a los periodistas, el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO Navarra, Rubén Belzunegui, ha explicado que su objetivo es "intentar firmar un convenio colectivo en el Convenio de Banca".
Esta manifestación se enmarca en las movilizaciones que están realizando desde hace meses, con concentraciones y paros en un sector "poco movilizado", en comparación con otros, como es el financiero, ha apuntando, recordando que la última huelga que hubo fue en el año 1990.
Respecto a la jornada de huelga convocada para este viernes, ha indicado que está habiendo "un seguimiento masivo de prácticamente la totalidad de la plantilla, todas las oficinas cerradas".
"Que escuchen el mensaje"
Los sindicatos convocantes de la huelga que tiene lugar este viernes en el sector bancario han situado el seguimiento de la misma cerca del 76 %, en tanto que la patronal AEB ha lamentado las incomodidades que pueda causar el paro y ha mostrado su disposición a alcanzar un acuerdo en próximas reuniones.
En una nota remitida hoy, CCOO, UGT y FINE han exigido a las entidades representadas en la AEB que "escuchen el mensaje" que les han transmitido las plantillas con esta huelga: que quieren un convenio, como mínimo, como el firmado recientemente por las patronales de Ahorro (CECA) y Cooperativas (Unacc).
En el caso de los bancos formados por las antiguas cajas de ahorros, como CaixaBank, Unicaja o Abanca, sus cerca de 55.000 empleados tendrán una subida salarial del 5 % este año y del 3 % en 2025 y en 2026, según el principio de acuerdo alcanzado el pasado 12 de marzo por sindicatos y patronal.
Por su parte, desde la AEB insisten en que "siempre han apostado por el consenso con las organizaciones sindicales", a través de un proceso de permanente diálogo, como lo demuestra el hecho de que el convenio que estamos negociando es el número 25 de nuestra historia.
"Lamentamos la jornada de huelga que está teniendo lugar en el día de hoy y, especialmente, las incomodidades que pueda ocasionar", han dicho.
Asimismo, han insistido en mostrar su respeto a los sindicatos convocantes, así como "la mejor disposición" para tratar de encontrar los puntos de encuentro necesarios que permitan alcanzar un acuerdo en las próximas reuniones.
Estas declaraciones se producen tras el fracaso de la reunión de ayer, en la que la patronal y los bancos asociados no aceptaron la propuesta conjunta de subida salarial de los sindicatos, a pesar de situarse en el entorno de los citados preacuerdos alcanzados en Ahorro y en Cooperativas de Crédito.
Una subida mínima del 13% en 3 años
Los sindicatos piden una subida mínima consolidada del 13 % en 3 años y un día más de vacaciones, para llegar a los 25 anuales.
La patronal rechaza esta propuesta y se mantiene, a juicio de los sindicatos, en posiciones "muy lejanas" de los beneficios récord del sector, del incremento de retribuciones de la alta dirección de las entidades y, sobre todo, de lo que reivindican y merecen sus trabajadores, explican los sindicatos.
La jornada de huelga coincide con la celebración de las juntas generales de accionistas de dos de los grandes, el Santander y CaixaBank, que han contado, como es habitual cada año, con numerosas intervenciones de sus accionistas, entre ellas de los sindicatos.
En el caso del Banco Santander, los intervinientes han echado en cara a la presidenta que celebre los extraordinarios beneficios obtenidos, mientras la plantilla, "la que los ha generado", se ve obligada a hacerse visible mediante una huelga para conseguir una recompensa salarial justa que equilibre la pérdida continuada de su poder adquisitivo.
