La renuncia de Sunsundegui a fabricar dos modelos de autobuses de alta gama de la compañía sueca Volvo cayó como un jarro de agua fría a decenas de personas que se han formado los últimos meses, porque se apuntaron con la promesa de poder acceder a un empleo en la carrocera de Alsasua.
A principios de julio se conoció la noticia, momento en el que varias personas habían concluido 290 horas de formación para cubrir necesidades laborales en Sunsundegui. Ahora se quedan formadas, pero con el compromiso incumplido, según comentan a este periódico.
“Gasté mis ahorros y mi tiempo”
“Un día después de concluir el curso, todo se derrumbó. Nadie nos tiene en cuenta. Yo gasté mis ahorros y mi tiempo”, cuenta un participante en una de las acciones formativas. Este alumnado se apuntó, con el planteamiento de la empresa de contratar a un 40% de los participantes en 2024.
Preguntada este lunes sobre este tema, la consejera de Derechos Sociales, Economía Social y Empleo, Carmen Maeztu, ha respondido que la formación que, en previsión del aumento de puestos de trabajo y de niveles de producción, se había hecho en Sunsundegui era principalmente sobre carpintería metálica y soldadura, materias que “las empresas demandan”.
“Son perfiles del mercado de trabajo que el sector industrial solicita de forma muy recurrente”, ha destacado la consejera como argumento. Con ello, ha querido reiterar que hay muchas posibilidades de que estas personas tengan oportunidades de trabajo en otras organizaciones.