ELA ha comenzado el 1 de Mayo con un acto reivindicativo en la plaza de la Libertad en Pamplona para exigir la demolición del edificio de los Caídos, “el mayor mausoleo franquista de Euskal Herria”, ha definido.
El coordinador de ELA en Navarra, Imanol Pascual, ya reclamó esta petición el 1 de Mayo del año pasado. En esta ocasión, como sindicato que formó parte de la lista de organizaciones represaliadas en la Guerra Civil y durante el franquismo, ha compartido “la decepción y el enfado de las asociaciones memorialistas ante el acuerdo de PSN, EH Bildu y Geroa Bai para la resignificación de este espacio”, en vez de no acabar con esta construcción.
Ante los Caídos, ELA ha reivindicado “la lucha social y sindical, y el compromiso militante para transformar de manera colectiva la sociedad”. Ha considerado necesario esta demolición para frenar a la ultraderecha y así reconocer la memoria democrática y reparar el dolor de las miles de víctimas del franquismo.
Salario mínimo propio
A diferencia de otros años, ELA ha iniciado su manifestación desde la plaza de La Libertad y no desde la plaza de la Cruz, para escenificar su rechazo a los Caídos.
Tras este acto, ha comenzado pasadas las 11.30 la marcha con una pancarta inicial, en la que podía leerse el lema, Gutxieneko soldata, hemen erabaki/ El salario mínimo se decide aquí.
Plaza del Ayuntamiento
Tras recorrer diferentes calles de la capital navarra, los centenares de de asistentes han llegado a la plaza del Ayuntamiento, espacio en el que Pascual una vez más ha expresado las reivindicaciones de ELA, tercera fuerza sindical de Navarra, que ha crecido en número de delegados en el último año.
ELA ha reclamado un salario mínimo propio, y ha recordado la campaña de firmas que ha iniciado con otras centrales para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular (ILP): “un SMI de 1.795 euros para repartir la riqueza de una forma más equitativa entre personas trabajadoras, principalmente de sectores feminizados y racializados”.
Pascual ha reprochado a UGT, CCOO y CEN que no hayan querido lograr un acuerdo interprofesional sobre esta materia, al justificar que debe negociarse en el marco del diálogo social.
Contra el rearme
ELA ha aprovechado este 1 de Mayo para mostrar su repulsa a la estrategia de “militarización de la Comisión Europea y de la OTAN porque es una amenaza para la paz, la democracia y los derechos sociales”. Para el sindicato, “la guerra es una consecuencia del sistema capitalista, al que hay que oponerse”. Ante este planteamiento, Pascual se ha postulado a favor de los valores de igualdad, justicia social, paz y antimilitarismo, y se ha solidarizado con el pueblo palestino y ha denunciado el genocidio del Estado de Israel. Ha recordado que este auge del militarismo va acompañado de un incremento de la ultraderecha con un discurso del odio para determinados colectivos. Pascual ha exigido “a los partidos políticos que se opongan al aumento del gasto militar y al fomento de la industria bélica”. Así ha recriminado que la presidenta Chivite “respalde esta deriva militarista”.
Pascual ha recordado que “cuando se cumplen diez años de la salida de UPN del Gobierno, uno de los principales problemas de Navarra sigue siendo el injusto reparto de la riqueza”. El año pasado la economía navarra creció casi dos puntos, y en ese mismo periodo “el número de personas en riesgo de pobreza aumentó de 96.000 a 114.000”, ha manifestado. “Esto sucede porque ni el Gobierno de Barkos ni el de Chivite se han enfrentado a los poderes económicos, y porque los partidos de izquierdas han renunciado a una reforma fiscal de calado”, ha añadido.
La vivienda y sistema fiscal
ELA también ha exigido que la vivienda deje de ser un negocio y que pase a ser un derecho; y que el sistema fiscal reparta la riqueza en vez de favorecer los intereses de los que más tienen; y ha abogado por garantizar una educación pública de calidad, como exigen sus trabajadores y trabajadoras en huelga.