Síguenos en redes sociales:

El pimiento de Espelette sufre una grave amenaza

La cosecha de este 'oro rojo' podría caer hasta un 40 % por una enfermedad agravada por el calor extremo

El pimiento de Espelette sufre una grave amenazaArchivo

La cosecha de pimiento de Espelette, uno de los productos agrícolas más emblemáticos de Iparralde, atraviesa un momento crítico. En pleno apogeo de la recolección, los productores alertan de una caída potencial de hasta el 40 % en la producción debido a una enfermedad fúngica asociada a las temperaturas inusualmente altas del verano.

El hongo Sclerotinia sclerotiorum, causante del moho blanco o podredumbre blanca, se ha extendido con fuerza en las plantaciones. Esta patología afecta tallos, hojas y frutos, provocando una podredumbre visible por el moho blanco algodonoso que recubre las plantas. Bajo esta capa aparecen los esclerocios, pequeñas estructuras negras y duras que pueden permanecer latentes en el suelo durante años, dificultando la recuperación de las parcelas afectadas.

Entre los aproximadamente 200 productores miembros de la unión del pimiento de Espelette, algunos reconocen pérdidas que ya rondan el 30 %, y temen que la cifra alcance el 40 % si las condiciones meteorológicas no mejoran. “Nunca habíamos visto una propagación tan rápida”, explican desde la cooperativa local. “El calor extremo seguido de humedad ha creado el entorno perfecto para el desarrollo del hongo”.

El impacto no solo es agrícola. Dado que el pimiento de Espelette cuenta con denominación de origen protegida (AOP) y es un motor económico para la comarca de Lapurdi, la caída en la producción puede repercutir directamente en los ingresos de los productores y en el precio final del producto, tanto en los mercados locales como en la exportación.

Ante esta situación, algunos agricultores están recurriendo a prácticas innovadoras: rotación de cultivos, introducción de biocontroladores naturales y mejoras en el drenaje de los suelos para limitar la humedad que favorece al patógeno. La Unión del Pimiento de Espelette también estudia nuevas estrategias de prevención y formación técnica para sus miembros.

Pese a las dificultades, los productores mantienen un tono de resiliencia. “El pimiento de Espelette ha sobrevivido a sequías, tormentas y crisis de mercado”, recuerdan desde la denominación. “Ahora toca adaptarse a un clima que ya no es el mismo, pero la calidad seguirá siendo nuestra prioridad”.

En este escenario, el icónico “oro rojo” vasco se enfrenta a una de sus pruebas más duras, con un futuro que dependerá tanto de la ciencia agrícola como de la capacidad de adaptación del campo labortano.