avarra tiene una larga tradición de economía abierta y apertura al exterior, sin embargo, la industrialización en Navarra ha sido un proceso relativamente reciente. Fue impulsado por el Programa de Promoción Industrial de la Diputación Foral en el año 1964 y es a partir de la década de los sesenta cuando Navarra cambió su carácter profundamente agrícola y se transformó en una región con un sistema productivo más diversificado, en la que se instalaron grandes empresas creadas en Navarra y otras que llegaron del exterior.

El gran tejido empresarial se extiende desde el sector primario, hasta el industrial y el terciario, generando sinergias que facilitan la reducción de costes, productividad y rentabilidad. Si se analiza la estructura productiva de la Comunidad Foral, se observa que la industria tiene mayor peso en la economía navarra que en otras comunidades españolas. Actualmente, el peso del tejido industrial es muy fuerte; supone más del 25% del PIB, casi 13 puntos por encima de la media española.

Están implantadas en Navarra más de 125 multinacionales de más de 20 países dedicadas a diferentes sectores. Al otro lado existe un amplísimo tejido empresarial de microempresas que pugnan por crecer y modernizarse en tiempos no sólo de pandemia sino también de revolución en los hábitos de los consumidores y clientes y en plena digitalización. De hecho, el 80% del tejido empresarial de Navarra son compañías familiares, mayoritariamente en el sector primario. Éstas presentan una mayor rentabilidad y longevidad frente a las no familiares, según se desprende del “Estudio de análisis del peso de la empresa familiar en la economía navarra”, impulsado por la Asociación de Empresas Familiares de Navarra (ADEFAN), y realizado por los profesores e investigadores del Instituto de Investigación INARBE de la Universidad Pública de Navarra Martín Larraza Quintana, Lucía Garcés Galdeano y Beatriz Martínez García. En concreto, la rentabilidad económica media de las empresas familiares asciende a 4,53% frente al 3,98% de las no familiares. Esta diferencia se acentúa todavía más en las de mayor tamaño, con un 7,15% frente al 4,39% de las no familiares.

En cuanto a su peso económico, las empresas familiares aportaron en 2017 más de 3.500 millones de euros al Valor Añadido Bruto (VAB), lo que supone un 58% del total generado en Navarra; y emplearon a 66.556 personas.

Este estudio forma parte de las iniciativas impulsadas por la Cátedra de Empresa Familiar de la UPNA, creada a finales de 2019 e integrada por la Asociación de Empresas Familiares de Navarra (ADEFAN), el Instituto de la Empresa Familiar y Caja Rural de Navarra.

Otro de los datos positivos destacados en el estudio es la mayor longevidad que representan estas empresas en Navarra, con una media que supera los 18 años de supervivencia frente a la media de las empresas no familiares, que no alcanza los 17 años. Además, presentan ratios de endeudamiento más bajos, con un 2,58% frente a 2,87%, haciendo menor uso de la financiación ajena. Esta tendencia a la autofinanciación viene explicada por dos razones: el interés por mantener el control libre de compromisos con externos y el mayor coste medio de la financiación ajena, 3,29% frente al 2,91% de las no familiares.

En el estudio se observan también diferencias en cuanto a la eficiencia en el uso de recursos humanos y materiales. Por un lado, en la empresa familiar la productividad por empleado es menor, ya que cada empleado genera de media al año 261.330 euros. Este dato en las no familiares asciende hasta los 283.292 euros. Por otro lado, son más eficientes en la utilización de sus recursos materiales: por cada euro de activo son capaces de generar 1.538 euros en ventas, cantidad que en las no familiares es de 1.457 euros.

En el ranking de las 200 mayores empresas navarras (realizado con datos eInforma, marca de INFORMA D&B), muestra con claridad qué sectores son los que aportan volumen de ventas a la economía navarra. El grueso de las ventas de todas estas grandes compañías y motor de la economía de la Comunidad se concentra en los sectores de automoción, renovables y agroalimentación, que se han visto golpeados de forma desigual en esta crisis sanitaria.

Sin embargo, la economía navarra presenta una estructura muy variada en cuanto a sectores. Desde la maquinaria y equipo, al papel, el farmacéutico, la construcción, el transporte, etc.. En cambio, otros sectores claves como el comercio o la hostelería, están poco representados en este ranking por el reducido tamaño medio de las empresas de su sector.

Según datos de hace un año del Instituto de Estadística de Navarra, un total de 21.262 empresas (56,7%) se agrupan en hostelería, transporte y almacenamiento, información y comunicaciones, actividades financieras y de seguros, actividades inmobiliarias, profesionales, científicas y técnicas, actividades administrativas y de servicios auxiliares, educativas, sanitarias y de asistencia social y otras actividades sociales, incluidos los servicios personales.

El comercio al por mayor, al por menor y de intermediarios cuanta con 8.453 empresas (22,6%), mientras que la construcción representa el 11,7% y las empresas industriales, incluida la Energía, son el 9,0%.

Tal y como se refleja, la Comunidad Foral es una región de microempresas. Las compañías que dan trabajo a menos de diez personas suponen el 93% de las 37.483 empresas activas con las que arrancó 2020. Sólo 16.573 de las compañías, el 44%, cuentan con asalariados. Llevan a cabo su actividad en un total de 41.663 establecimientos, desde fábricas a comercios pasando por oficinas y otros locales.

Las empresas navarras tienen de media 4,1 personas asalariadas, aunque el 80% ni siquiera llega a tres, un porcentaje que apenas ha variado en los dos últimos lustros. Se debe en buena medida a que las empresas cuya titularidad corresponde a una persona física son mayoritarias (el 56%). Estas tipo de compañías emplean de media a 1,5 personas cuando en el resto de las formas jurídicas (sociedad cooperativa, sociedad limitada y sociedad anónima) se superan los diez empleados.

La mayor parte de empresas activas se concentran en el área central de Navarra (58,4%) y en la Ribera de Tudela (13,4%), y los mayores descensos estaban en la zona de la Ribera del Arga y Aragón (-2,5%).

Gran parte de las empresas industriales, caracterizadas por sus elevados niveles tecnológicos y su notable capacidad exportadora, pertenecen a los dos subsectores de actividad más importantes dentro de la industria navarra: Automóvil y Maquinaria de Equipo. Entre ambos subsectores y la industria agroalimentaria suponen más de la mitad del VAB industrial de Navarra.