pamplona - Cuando Javier Ortigosa se comprometió con el Iruña, en la última semana de junio, sólo tenía doce jugadores. Después llegó Miguel Díaz de Rada y, para el inicio de la pretemporada, siete chavales de Osasuna: Diego Rubio, Borja Aizpún, Marcos Munárriz, Manu Calvo, Jose Recalde, Álvaro Iso y Dani Santafé.

¿Es una sorpresa ser segundos después de quince jornadas?

-La idea no era estar ahí arriba, sino ir partido a partido con el claro objetivo de mantener la categoría. Y sigue siendo el mismo objetivo. Nos hemos encontrado ahí arriba y queremos disfrutar del momento.

Nada es fruto de la casualidad.

-La ilusión de los chavales y el trabajo de todas las semanas está teniendo el premio en los resultados. Esto va por rachas. Nos hemos encontrado con un grupo muy majo, con gente de mucha calidad y eso se está viendo reflejado en los partidos.

Probablemente fue la plantilla que más tarde se forjó en Tercera.

-Probablemente. Cuando yo llegué había 12 o 13 jugadores y estábamos a expensas de lo que decidiera Osasuna. Yo veía que sólo tenía 13 jugadores, pero los directivos del club estaban tan tranquilos y confiados de que iba a venir gente buena que no me supuso una gran preocupación. Lo más difícil era saber si nos iban a encajar bien las piezas en ese máximo de ocho jugadores que podían venir, o si íbamos a tener cuatro laterales derechos o algo así. Pero fue todo bien y arrancamos en julio con la plantilla perfilada. Tuvimos una reunión, y en función de lo que nos encajaba, lo que quería Osasuna y lo que querían los chavales, porque alguno prefirió ir a otro club, hicimos la plantilla. Somos 21 con Javi López, que está lesionado.

¿De qué está más orgulloso: resultados, juego, progresión...?

-Te mentiría si te dijera que los resultados no son importantes, pero entiendo que el buen juego te lleva a las victorias. Y la progresión de los jugadores también es motivo de satisfacción. Da alegría verte arriba, pero hemos sido humildes para llegar hasta aquí y si no disputamos cada partido como hasta ahora, seremos vulgares.

¿Es fácil gestionar la plantilla en un equipo filial?

-Facilísimo. Cuando llaman a uno, ponemos a otro y ya está. Lo asumimos porque está claro desde el inicio.

¿Se corría el riesgo de que en el vestuario hubiera grupos?

-Al principio nos preocupaba ese tema, pero cada uno tiene claro su rol y se llevan muy bien entre ellos.

Los que llegan de Osasuna han dado un paso adelante.

-Se lo han tomado como una oportunidad para seguir creciendo y no como un paso atrás. Han estado bien asesorados.

¿Podrían jugar la fase de ascenso pese a ser filiales de Osasuna?

-Yo también me hago esa pregunta, pero todavía no nos han contestado oficialmente. Hace tres años la Mutilvera B jugó el ascenso a Tercera, ganó y subió el perdedor de la eliminatoria porque la Mutilvera estaba en Tercera. Pase lo que pase, el equipo es ambicioso y quiere estar lo más arriba posible. Se ha juntado la ilusión de los jóvenes y la veteranía de los que estaban, que también nos dan ese punch de ese otro fútbol. Estar todos juntos nos ha hecho mejores a todos.

¿Cómo ve la Tercera en su estreno?

-Muy competitiva, con buenos jugadores y equipos muy bien trabajados. Ahora los equipos están mucho más preparados táctica y físicamente que en los tiempos en los que se jugaba junto a los de La Rioja.

Fecha y lugar de nacimiento. 30-9-1972, Pamplona.

Trabajo. Kgroup.

Trayectoria. Empezó en el Gazte Berriak, siguió en las categorías inferiores de Osasuna, juveniles del Pamplona y media temporada en Preferente en la Mutilvera. “La oportunidad de entrenar en Tercera llega cuando uno menos se lo espera, porque no tenía intención de entrenar”.