Hay que quien habla de la paradoja del comedor de fresas. Cuando el aficionado a esta roja fruta de primavera compra una cesta empieza a comerse las que muestran señales de madurez extrema y deja para más tarde las que están en su punto. Al final acaba comiendo todas pasadas de madurez. La razón de esto es que las fresas, una vez recolectadas, duran muy poco tiempo, no más de dos o tres días aunque estén en el frigo de casa.

Una situación muy común es que recién terminado el invierno, las fruterías empiezan a llenarse de bandejitas de fresas, muy tentadoras ellas para los aficionados que se resisten poco a este dulce postre. El deseo hace que se compren más de las necesarias para quitar el capricho en una sentada y pronto se estropean parte de ellas.

Unas brillantes y lustrosas fresas listas para disfrutarlas en la mesa. Freepik

¿Por qué las fresas duran tan poco?

Las fresas son una fruta no climatérica, una vez recogidas ya no maduran más. Esto hace que, por un lado, deba completar su maduración en la planta para poder cosecharla y comercializarla y, por otro, que empiece su degradación. Además de las fresas, la naranja, el limón, la mandarina, la uva, la cereza o la aceituna, entre otras, cuentan con esta característica. Enfrente, las frutas climatéricas son las que siguen madurando una vez recolectadas, como la manzana, el plátano, el mango, el melocotón, la sandía, el aguacate o el melón son algunos ejemplos.

El motivo es el etileno, una hormona gaseosa natural en las frutas y verduras que se genera con la respiración de estos vegetales e influye en la maduración o envejecimiento. En las frutas no climatéricas la producción de esta hormona se paraliza o minimiza en cuanto se separa de la planta y las climatéricas no. Esto hace que éstas últimas se cosechen todavía verdes y terminen su proceso en el transporte o el almacén. Esto no sucede con las fresas.

O sí, como queda demostrado al ver el origen de algunas fresas y la distancia que han viajado. En este caso, durante el transporte se añade etileno para que en destino puedan comercializarse en su punto. Este truco también se emplea en las cocinas guardando juntas en una bolsa de papel agujereada una fruta climatérica ya madura junto a otra sin madurar. El etileno de la primera hará madurar a la segunda.

Así duran más las fresas en casa

La principal forma de conservación es refrigerar las fresas, nada nuevo. Y además sin lavarlas. Esta limpieza hay que hacerla en el momento de comerlas. Pero para alargar su vida fresca se pueden seguir las siguientes pautas.

Nada más llegar a casa, lo primero es quitar las que presenten daños o moho. Después, separar las más maduras para consumirlas ya. El resto, tal cual estén y sin quitarles el tallo (por la herida entran microorganismos y patógenos), ponerlas en un envase limpio y amplio con papel absorbente en el fondo, sin amontonarlas y en una capa. Si hace falta, usar más de un túper. Al tapar, que no sea hermético, dejar unos agujeros para que puedan respirar.

En el frigo, la temperatura debe mantenerse entre los 2 y los 6º. Y las frutas climatéricas, lejos para que no les afecte el etileno. Así se puede alargar su conservación hasta cinco días. Pero no está de más vigilarlas por si alguna se deteriora.

Si se quiere alargar todavía más su conservación, se pueden bañar en una solución de vinagre, una mezcla con 10 partes de agua y una de vinagre, durante 10 minutos, escurrirlas bien y secarlas con cuidado y pasarlas a un recipiente.

La receta de crema de fresa

Un vaso de cremas de fresa y coulis. Freepik

Hacer una crema ligera que se presente en vasos individuales una manera sencilla de cerrar una comida o cena con un postre sencillo.

Ingredientes para 4 personas

  • 3 yogures naturales
  • 150 gr de queso mascarpone
  • 200 gr de fresas y alguna más para decorar

Para el coulis

  • 400 gr de fresas
  • 50 gr de azúcar

Elaboración

Lavar las fresas y secarlas. De montón de 200 gr y alguna más, reservar tres fresas para decorar y triturar el resto. Mezclar los yogures con el queso mascarpone y batir. Incorporar el puré de fresas, mezclar bien y reservar en la nevera. Para el coulis, lavar y trocear los 400 gr de fresas restantes, ponerlas en un cazuela a calentar fuego medio con el azúcar y cocer durante 15 minutos. Triturar y colar. Dejar enfriar. Rellenar los vasitos con la crema de yogur, mascarpone y fresas y verter encima el coulis. Decorar con las fresas reservadas laminadas.