Eurovisión, lo que muchos pueden entender como una anécdota, sirvió de espejo y prendió la mecha que reposaba en el bidón de gasolina. El proceder de Israel ha desatado ya la caja de los truenos propiciando que las distintas fuerzas políticas en el Estado español se resitúen y muestren perfil. Desde un PSOE que, arrastrado por sus socios, se ha visto empujado a apoyar la tramitación de un embargo al envío de armas que, sin embargo, no se aplicará en toda su extensión, hasta un PP resistente a condenar el genocidio del gobierno de Benjamin Netanyahu con su asedio en Gaza, pasando por Junts, que con la boca pequeña también ha avalado la iniciativa impulsada por Sumar, Esquerra y Podemos, y que, con sus precisiones, respaldaron asimismo EH Bildu y PNV. Los tentáculos del conflicto bélico que se ha cobrado hasta la fecha la vida de más de 50.000 palestinos (15.000 de ellos menores) ha zarandeado el avispero y, de paso, recrudecido la guerra doméstica, que, en verdad, es la madre de todas sus batallas.

Pedro Sánchez ha puesto Gaza en el centro de su agenda reivindicando que mantiene desde hace un año, cuando llevó al Consejo de Ministros el reconocimiento de Palestina, una estrategia de presión a Israel a la que ahora se suman varios líderes europeos. “Palestina se desangra ante nuestros ojos. Frente a la violencia, defendemos un orden mundial donde prevalezca la justicia”, defendía recientemente el líder del PSOE, invitando a los Estados árabes a trabajar conjuntamente para que prospere la resolución de la ONU promovida por España para lograr el fin de la catástrofe humanitaria. Sin atreverse a romper relaciones diplomáticas y con relaciones armamentísticas desde los atentados de Hamás, el PSOE se ha movido entre contradicciones. La misma doble vara de medir que Sánchez denunció el pasado lunes para pedir la expulsión de Israel de los acontecimientos deportivos o culturales de orden mundial, tal y como se hizo con Rusia cuando arrancó la guerra en Ucrania. Por de pronto, Defensa ve “complicado” hacer efectivo el embargo completo de armas y cree que se podría sortear la ley de aprobarse en el Congreso. “No vamos a engañar a la gente”, han llegado a matizar desde el departamento de Margarita Robles, justificándose en que hay tecnología de ciberseguridad e Inteligencia Artificial que necesita España y que solo tiene el país hebreo. “Los discursos políticos están muy bien, la realidad es otra”, señalan.

Embargo poco realista

La votación en el Congreso implica que el texto empezará ahora a ser debatido en comisión, donde los grupos parlamentarios podrán introducir enmiendas. Por de pronto, los partidos que impulsan la norma, con el socio de coalición a la cabeza, ya han pedido tramitarla de urgencia para acortar plazos y así presionar al PSOE para intentar que no frene su tramitación con sucesivas prórrogas. En el caso de que no se admita esa petición de los grupos, a la norma aún le quedarían meses de tramitación parlamentaria por delante, y tras ellos PSOE y Junts deberían dar por segunda vez su visto bueno a la norma final, algo que no parece tan sencillo como el voto favorable del martes, que no compromete a nadie, solo a permitir el debate.

Desde el propio Ejecutivo ya advierten de que el embargo es “muy importante” políticamente, pero no lo ven realista. “No podemos ser hipócritas”, insisten. Argumentan que seguirá habiendo material israelí por el mundo y que si no entra directamente por el Estado español, lo hará por otro sitio. No se refieren a armas per se sino a componentes para las mismas, como una pieza de un avión. “Hoy el mundo no tiene fronteras”, se excusan. Con todo, Moncloa reivindica que se está produciendo un embargo de facto puesto que no se compra ni vende armamento a Israel desde el 7 de octubre de 2023, si bien el Ejecutivo ya tuvo que proceder a rescindir un contrato, cursado por un “error” del departamento de Fernando-Grande Marlaska, y hay otros que el propio Sánchez ya avanzó en una comparecencia que son “imprescindibles” para el funcionamiento y la seguridad de las Fuerzas Armadas, como pueden ser cascos o chalecos antibalas. Es decir, hecha la ley, hecha la trampa.

A quien el conflicto en Gaza le tiene entre la espada y la pared es al PP. Entre las bromas del televoto eurovisivo y las acusaciones de Sánchez de “falta de humanidad”, Alberto Núñez Feijóo tiende a mirar para otro lado mientras se limita a solicitar que cese la ofensiva militar de los israelíes para facilitar la ayuda humanitaria, pero lejos de catalogar lo que acontece como un genocidio. “Si pides la ayuda en árabe llega antes”, se publicó en su momento en la cuenta oficial del PP en Twitter para expandir la falsedad de que el Gobierno español dedicaba más dinero a la Franja de Gaza que a los afectados por la dana, tuit que siguió sin ser borrado, mencionando el polvorín a ese lado del mundo solo para arremeter contra el Ejecutivo de Sánchez. La hambruna, el desplazamiento forzoso de cientos de miles de personas, la destrucción sistemática de edificios e infraestructuras como colegios y hospitales, o la muerte de decenas de periodistas y trabajadores de la ONU, son elementos que no sirven en el relato del PP en su carrera hacia La Moncloa. El propio Feijóo señaló ya en 2023 que con la posición del Gobierno sobre Israel “pierde el prestigio internacional de España”. La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha sido una de las principales voces en defensa de Israel, y no solo por salir a censurar el rótulo de TVE denunciando lo que sucede en Gaza minutos antes del festival eurovisivo, sino por actos como la difusión del bulo de que los terroristas de Hamás habían decapitado a decenas de bebés en sus ataques a territorio israelí, afirmación que sigue publicada y que acumula millones de visualizaciones en la red social propiedad de Elon Musk. “No olvidemos el principal problema y la causa de este conflicto es una organización terrorista que usa al pueblo palestino de escudo para conseguir sus fines”, persiste Feijóo en su ideario, mientras su portavoz, Borja Sémper, matizaba que “Israel tiene derecho a defenderse, sin duda”, pero “lo que no tiene derecho es a cometer las atrocidades que está cometiendo Netanyahu”. “Hamás es una organización terrorista que debe ser exterminada e Israel es un Estado democrático que se defiende”, añadió. El supuesto carácter democrático de Israel es uno de los elementos del respaldo del PP, para quien Sánchez usa el tema como “cortina de humo para tapar sus escándalos”. Fiel a su estilo, el portavoz parlamentario del PP, Miguel Tellado, indicó que “a Sánchez, quien le preocupa que cante no es una superviviente de los atentados en Israel”, sino “algunos compañeros de su partido”.

PNV: acoso injustificable

Por su parte, el PNV expresó que están “por encontrar una paz duradera basada en la solución de dos Estados. El reconocimiento de Palestina como Estado que Sánchez anuncia es simbólico y un toque de atención a Israel. “Hacemos una llamada al alto el fuego inmediato, a liberar incondicionalmente a los rehenes y a facilitar un acceso pleno y suficiente a una ayuda humanitaria a gran escala”.