Dantzarinea. El alcalde de Urdazubi-Urdax, Santiago Villares, atribuyó a su "bisoñez" la adjudicación del proyecto de la travesía de Dantzarinea que ha anulado el Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) y que, según la sentencia, obligará a la empresa redactora a devolver los 89.500 euros que percibió por su trabajo. Ayer, la consejera de Obras Públicas, Laura Alba, visitó las instalaciones y se las enseñó al vicepresidente del Consejo General de Pirineos Atlánticos, Jean Jaques Lasserre, con quien analizó distintas posibilidades de las comunicaciones de Navarra con Francia.
"Tal vez he pecado de bisoñez por mi parte, porque la decisión final fue una resolución de alcaldía", dijo Santiago Villares en relación con la sentencia del TSJN que suspende la adjudicación del proyecto y cuestiona juridicamente el futuro de las obrfas realizadas. "Cuando adjudicamos el proyecto se hizo conforme a la ley, se invitó a tres empresas y una salió ganadora. El recurso es de dos vecinos de la zona, los únicos que se han opuesto al proyecto, principalmente por motivos comerciales personales. Acatamos pero no entendemos la sentencia", manifestó el alcalde.
En cuanto a la obligación de que el estudio VS Ingeniería y Urbanismo SL devuelva sus honorarios, Villares afirmó: "No podríamos cobrar esa cantidad (la resolución obliga a la restitución de los 89.500 euros fijados por redacción de los proyectos de ampliación de la travesía) porque sería un enriquecimiento ilícito por parte de la Administración".
En cuanto a la obligación de reponer las obras a su estado anterior "hay que preguntarse si se puede y si se debe, porque ha sido una gran mejora", dijo.
VISITA En el encuentro de ayer estuvieron presentes también el director general de Obras Públicas, José Luis Echávarri, el alcalde de Urdazubi-Urdax y otros corporativos, y el alcalde de Kanbo y consejero general del cantón de Ezpeleta, Vicent Bru.
La ejecución de las obras de reforma de la travesía de Dantzarinea, que se inauguró el pasado noviembre, se recoge en el II Plan Director de Carreteras 2002-2009, fruto de la colaboración entre el Departamento de Obras Públicas y el Ayuntamiento de Urdazubi-Urdax.
El Departamento de Administración Local, además, financió parte de las obras correspondientes a la urbanización, incluidas en el Plan de Inversiones Locales 2009-2012. La consejera Alba destacó ayer que en el III Plan Director de Carreteras se incluyen "dos importantes obras que van a completar a las ya ejecutadas en la travesía, como son la variante de Dantxarinea y los accesos a Urdax, en las que se van a invertir 5,5 millones de euros", y afirmó que son "dos obras que sin duda van a mejorar la seguridad y la calidad de vida de los habitantes de la zona. Por un lado, acondicionando los accesos a Urdax y por otro, separando el tráfico de paso del tráfico de agitación local del área comercial".
Las obras ejecutadas, que también evitan el paso de la actual zona de aduanas mediante la construcción de un by pass, han contado con un presupuesto de 3.279.486,37 euros, de los que el Gobierno de Navarra aportó 2.537.716,23 euros (1,5 millones el Departamento de Administración Local y un millón de euros el Departamento de Obras Públicas Transportes y Comunicaciones), mientras el Departamento de Pirineos Atlánticos aportó 150.000 euros para financiar la glorieta situada al otro lado de la muga, en la parte de Dantzarinea que pertenece a la villa de Ainhoa.
ACCESO A SUNBILLA La consejera de Obras Públicas, Transportes y Comunicaciones, en relación con la reivindicación del Ayuntamiento y los vecinos de Sunbilla de una solución para la peligrosidad del acceso desde la N-121-A, manifestó que "está siendo un trabajo arduo, pero no sé qué más se puede ofrecer. Tenemos unos condicionamientos técnicos y medioambientales, y la solución que nos proponen los vecinos no se pude realizar, porque desde Confederación Hidrográfica del Cantábrico no nos dejan realizar una escollera en el río Bidasoa".
Al parecer, hacerla podría perjudicar en las avenidas del Bidasoa y un paso en altura tendría el problema de la pendiente que quedaría "al subir de una cota cero". "Mi conslusión es que políticamente nadie quiere ponerse al lado del proyecto del Gobierno, pero acometeremos la obra porque es un punto de concentración de accidentes".