burlada - Los primeros recuerdos de Aaron Ortiz García en la cocina son referentes a su abuelo, que fue cocinero en la mili y siempre les decía en casa que tenían que aprender a hacer muchos huevos fritos a la vez, como él. Y también a su tía, que fue la que le ayudó con la primera receta que realizó y presentó en un concurso de Irurtzun: frutas al chocolate crujiente. Ahora, el joven de 18 años, estudiante de cocina en el IES Ibaialde de Burlada, es el único navarro clasificado en la II edición del premio promesas de la alta cocina Le Cordon Bleu. "Cuando me presenté era optimista pero en la cocina hay que ser humilde. Me enteré en Madrid y no me lo creía. Me lo tomo como una responsabilidad porque también voy a representar a una tierra", comenta.

Aaron lleva cocinando desde los 12 años. Le entró el gusanillo tras ganar un concurso, y desde entonces no ha parado. Se levanta de lunes a viernes a las seis de la mañana para recorrer los kilómetros que separan Irurtzun, donde vive, de Burlada, donde estudia. Pero en ningún momento se queja, y cuando vuelve a casa le gusta cocinar para sus padres, Juan Manuel y María Teresa, y para su hermana de diez años Silvia. Tiene un objetivo claro, convertirse en un cocinero profesional, y no piensa parar hasta conseguirlo. Para ello, explica que sus intenciones son superar el curso puente y hacer después un grado superior en Dirección de Cocina. Sus ganas de aprender se palpan cuando habla del premio al que opta. "No es un regalo cualquiera. Es una beca subvencionada por el colegio Cordon Bleu para estudiar un máster y formarte", señala.

Pese a su juventud, ya ha trabajado en el restaurante Casa Zanito, de Olite, gracias al expediente académico que consiguió en el primer curso del grado medio. Su profesor de cocina, Josetxo Díaz, y su tutor, Esteban Pinilla, solo hablan maravillas de él. "Es un chico educado, trabajador, con ganas de aprender y un objetivo claro. Es de los mejores alumnos que tenemos", apuntan. No se encuentra nervioso ante el concurso, en el que tiene que presentar una receta y un vídeo, ya que afirma que conoce la presión. "El tutor me mete caña para que conozca lo que es dar un servicio", asegura. En este sentido, todos los viernes, los alumnos del instituto ofertan un servicio de comedor, más barato que un restaurante, y al que acuden decenas de vecinos de Pamplona.

Los ingredientes principales que deben tener el plato y receta que tiene que preparar son cabracho, cigalas y cuatro verduras de temporada. Y quien vota en la selección de los diez primeros es el público, a través de la página de Facebook oficial de Le Cordon Bleu Madrid. Aunque conseguirlo sería un sueño, dice que "con haber salido de los seleccionados me doy por satisfecho". Su cocinero favorito es Andoni Luis Aduriz, del restaurante Mugaritz, y afirma que cualquier plato suyo le gusta. "Le gusta innovar y hace cocina de vanguardia, cocina molecular...", apunta.

Aaron asegura estar muy contento con la formación que recibe en el instituto, y comenta que desde que empezó ha mejorado en agilidad. "Las clases prácticas son más lúdicas, pero hay que tener claro que hay que aprender de todo", concluye.