Pamplona - “El yoga es ahora más actual que nunca. La gente viene por razones muy variadas, pero te sientes tan bien desde la primera sesión que pronto vas descubriendo que la fuente de felicidad que buscamos fuera, la tenemos dentro de nosotros”. Con estas palabras, Marta Baena, profesora de yoga, hace referencia a esta disciplina físico-mental milenaria, que nació en la India hace más de 5.000 años y cuya demanda ha ido creciendo en los últimos años. “Cualquiera puede hacer yoga”, subraya Baena, propietaria de uno de los más de 20 centros especializados en esta práctica de toda Navarra, localizado en un tranquilo rincón a pocos metros del mirador del Caballo Blanco de Pamplona. “Es un sitio mágico”, subraya esta chantreana de 39 años, que hace tres trajo a la capital navarra un estilo nuevo de yoga, el Vinyasa Flow, un método “más agresivo, más físico e intenso” que la práctica tradicional.
Con 19 años, Marta Baena dejó su Chantrea natal para calmar su “mente inquieta. Me abrí al mundo y empecé a viajar”, explica. Por eso hizo sus maletas y marchó a Venezuela, donde durante un año vivió en la Amazonia. Después aterrizó en Londres: “Tuve la suerte de que me acogieran unos familiares en uno de los barrios más prestigiosos. Conocí a mucha gente con éxito, de la que aprendí muchísimo”. Allí estuvo diez años, con una paréntesis en medio en el que vivió en Sidney. “En Australia conocí a mi gran maestro, donde hice una formación para profesores, sin saber que quería acabar dedicándome a esto”, confiesa.
Todos estos choques culturales, estos pedacitos de mundo es lo que Baena quiere transmitir en sus clases desde hace tres años, que imparte todos los días desde una antigua fábrica de alpargatas en una bajera de Obispo Barbazán. “Antes, los talleres de artesanos se instalaban en las bajeras del centro de las ciudades. Así que mi intención es, un poco, plasmar esa idea con la del negocio del siglo XXI”, detalla.
Ese mix cultural lo busca transmitir, principalmente, con el Vinyasa Flow. Este estilo de yoga “no es tan místico, sino más contemporáneo, con mucho movimiento. Aunque no tiene nada que ver con un baile, es intenso y dinámico, adaptado a este mundo rápido”, describe. “Vivimos en una sociedad competitiva, de consumo, en la que nos hacen creer que, para estar satisfechos con nosotros, necesitamos cosas materiales, que ésa es la felicidad. Pero con el yoga descubres la fuente de felicidad que tienes dentro, con la que no hace falta nada más”, explica. “Desde que lo empiezas a practicar, mejora todo en tu vida a nivel físico, emocional y mental”, detalla Baena, quien señala que ésta es la razón por la que el yoga se haya puesto de moda en los últimos años, por buscar una salida a “esta sociedad que va tan rápido, en la que se nos exige demasiado”.
Una práctica milenaria que sobrevive al paso al tiempo “porque es una filosofía espiritual que te da respuestas a preguntas como ¿quién soy yo?, ¿para qué vivimos?, ¿cuál es el origen del universo?, ¿hay vida después de la muerte?”. Soluciones que, recalca Baena, no se pueden explicar con palabras, sino practicando yoga. Estas respuestas las puede encontrar cualquiera, dice Baena. “Pero, como pasa con todas las cosas, no todo el mundo está hecho para el yoga”, comenta. Eso sí, recalca que su práctica está abierta a todas las edades y tipos de personas. “Al principio, todos empezamos siendo muy duros, pero enseguida ganamos en flexibilidad y cosas positivas”, concluye.