estella-lizarra - Cinco años después del asesinato de la activista mexicana Bety Cariño Trujillo, los amigos y allegados que dejó en sus visitas a Estella-Lizarra no se olvidan de ella y de todo lo que representa su figura. Ayer, cuando se cumplía el quinto aniversario de su fallecimiento, un grupo de vecinos, pancarta en mano, se concentró en la calle Baja Navarra para pedir justicia por su crimen. Además, algunos más se reunieron después junto al tilo plantado en su memoria, se leyeron textos suyos y se celebró una cena en el gaztetxe.

Como se recordará, Bety Cariño fue una “feminista y mujer comprometida con las causas justas, la defensa de los derechos de la madre tierra o el derecho de los pueblos a la autonomía y la autodeterminación”, como la definen los promotores del homenaje. “Formaba parte de redes que, a nivel nacional e internacional, tejían lazos contra los megaproyectos de la muerte y a favor de la vida de los pueblos originarios”, recuerdan.

Ese activismo hizo que fuera asesinada por los paramilitares en 2010 junto a un observador finlandés de Derechos Humanos, Jyri Jaakkola, mientras participan en una caravana de ayuda humanitaria a una comunidad indígena del estado mexicano de Oaxaca.

También en su tierra se están realizando estos días homenajes en su honor, en los que se reclama justicia. La hermana de la fallecida, Carmen Trujillo, pidió castigo para los “autores intelectuales” del asesinato de Bety. - D.N.