Tras el paso de diez directores y más de 250 músicos, una de las bandas municipales más longevas de Navarra, la de Corella, ha querido celebrar su 125 aniversario con una exposición que se mantendrá hasta el próximo día 16 de diciembre en la Casa de Cultura de esta localidad ribera. “Una de las peculiaridades de la banda de Corella es que, desde su nacimiento en 1890, se ha mantenido ininterrumpidamente a pesar de la Guerra Civil y de la dura posguerra”, indicó David Jiménez, músico de la agrupación desde hace más de 20 años y uno de los encargados de preparar la exposición.

La exhibición cuenta con dos partes bien diferenciadas, una con la historia de la banda y fotografías de las distintas épocas (la más antigua data de 1908) y otra parte más educativa en la que, como explicó Jiménez, “queríamos también que los más jóvenes conociesen todos los aspectos que engloban a una banda”.

Por ello, han preparado una muestra de los instrumentos que pueden formar parte de una banda municipal convencional, así como una explicación de los distintos estilos musicales que en ella se ejecutan. “Las fuentes de las que nos hemos servido para esta exposición son principalmente, descendientes de directores y antiguos músicos, a los que agradecemos su colaboración, y textos eclesiásticos”, precisa el músico David Jiménez.

historia

Corella, tradición musical

La tradición musical de Corella se remonta al barroco (siglo XVI) y siempre ha mantenido una estrecha relación con la religión católica, que poco a poco fue sustituyendo el canto gregoriano por los instrumentos en las ceremonias litúrgicas.

Antes de la creación de la banda municipal, Corella contaba con dos agrupaciones musicales, cada una vinculada a una iglesia distinta, por un lado la de la iglesia de San Miguel y, por otro, la de Nuestra Señora del Rosario. La rivalidad entre ambas bandas fue muy grande, lo que ayudó al mismo tiempo a aumentar el nivel de la música en la localidad. Fue en las fiestas de Corella de 1890 cuando se fusionaron ambas entidades para amenizar los festejos taurinos que se organizaron en el municipio ribero.

“Durante los primeros años la banda era contratada por el Consistorio de forma anual y el primer contrato por escrito se produce en 1892. Anteriormente se acordaba todo entre ambas partes mediante la palabra”, relata David Jiménez. El primer director de la banda municipal fue Telesforo Salcedo Martínez, que estuvo en el cargo más de diez años repartido en dos etapas. Junto a él quizás el nombre más relevante es el de Ricardo Marcilla que desde 1958 hasta el pasado mes de enero de 2013 dirigió la banda.

La entidad contaba durante las primeras décadas con menos de 20 músicos y era labor del propio director componer las canciones que posteriormente interpretaban en fiestas. A medida que avanzaron los años, la banda fue creciendo en número, así como su relación con el Ayuntamiento. Ya en el siglo XX, esta agrupación actuaba fuera de las fiestas patronales en distintas celebraciones de carácter litúrgico.

“Una de las fechas señaladas es el año 1956, cuando, con motivo de la Coronación de la Virgen del Villar, se estrenaron los primeros trajes”, puntualiza Jiménez. Además, a lo largo de su historia, los sonidos corellanos se han dejado oír en diferentes comunidades como Castilla y León, Aragón o Cantabria, entre otras, así como numerosos pueblos navarros.

actualidad

Componentes

En estos momentos, la banda cuenta con 65 componentes dirigidos por Rubén Cueva, que en 2013 sustituyó a la persona que más tiempo ha estado al frente de esta agrupación, Ricardo Marcilla, que llevó la batuta de la banda durante 55 años. El músico corellano es uno de los principales protagonistas de la muestra que está presente en la casa de Cultura, aunque no es el único, pues 125 años dan para muchas historias y recuerdos, todos recogidos ahora en una exposición abierta al público.