El Centro Hospitalario Benito Menni de Elizondo cumple 80 años, erigida ya como la empresa de Baztan con mayor número de trabajadores, alrededor de 140, aunque a pesar de llevar tantos años de actividad es poco conocida en el valle. Y es que la salud mental es una gran desconocida para la mayoría de la sociedad: durante décadas, el estigma de las enfermedades mentales ha estado y todavía está en mente de muchos, aunque van quedando atrás los tabús, miedos y prejuicios.

Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud Mental y, ahondando en el lema elegido mundialmente para este año -Educación inclusiva, salud mental positiva-, los responsables del centro hospitalario han aprovechado para romper barreras, pasar el umbral y dar a conocer por dentro y hacia fuera sus grandes virtudes. Hoy tendrá lugar una exposición en Arizkunenea con pinturas realizadas por los usuarios y pondrán un stand con información en la Plaza de los Fueros. Celebrarán una fiesta con degustación de talos y baile pero, haciendo gala de la hospitalidad -que es la síntesis de los valores de las Hermanas Hospitalarias, fundadoras del centro- también han abierto sus puertas al visitante.

casa de reposo El centro de Elizondo fue fundado en 1938, a partir de una villa señorial, el Palacio Iturrioz, adquirida por la congregación de las Hermanas Hospitalarias. Inicialmente se denominó Clínica Nuestra Señora del Pilar, y funcionó como casa de reposo para mujeres nerviosas. En 1940 se construye un edificio anexo al palacio, que supuso un aumento de plazas residenciales. Paralelamente a la activiadad asistencial, en 1948, se inaugura el colegio apostólico, destinado a chicas de entre 14 y 18 años, inclinadas hacia la vida religiosa. Funciona hasta 1979.

En 1989 comienza a funcionar la residencial Mº Josefa Recio. La asistencia va evolucionando junto con el complejo hospitalario, y ya en los años 70 se incorpora para la asistencia a personal laico especializado. Hoy en día, en el centro, viven cinco Hermanas Hospitalarias, sor Nati (la madre superiora), sor Ángeles, sor Gloria, sor Asun y sor Conchita.

Otro cambio sustancial fue en 1973, año en el que la asistencia se hace mixta e ingresan los primeros hombres enfermos. En 1997, la Clínica Nuestra Señora del Pilar y la residencia psicogeriátrica Mº Josefa Recio se unifican en un mismo centro y el 1 de enero de 1998 pasa a denominarse Centro Hospitalario Benito Menni.

tres unidades El centro cuenta con tres unidades diferenciadas, como explica Miryam Zabalza, directora gerente del centro. Por un lado está la Residencia de Patología Mixta (RPM), una unidad sociosanitaria residencial para personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental o trastornos graves de conducta que requieren “un manejo especializado”; por otro lado, la Residencia Asistida para Enfermedad Mental (RAEM), unidad sociosanitaria que ofrece una asistencia integral residencial a menores de 65 años con trastornos psiquiátricos crónicos.

En tercer lugar, la unidad de Psicogeriatría, dividida en dos unidades, una que ofrece cuidados integrales a mayores de 65 años con un importante grado de limitación por su enfermedad mental avanzada, y otra para personas mayores de 65 años con enfermedad mental y relativa autonomía personal que requieren de una asistencia integral.

El centro ofrece plazas privadas y concertadas, gracias a diferentes conciertos tanto con el Gobierno de Navarra como con administraciones públicas de la Comunidad Autónoma Vasca. Además, comenta Zabalza, “disponemos de un Centro de Rehabilitación Psicosocial (centro de día), para apoyar la inserción social y desarrollo de la vida cotidiana de personas con enfermedad mental menores de 65 años. Realizan diferentes actividades durante el día, y luego vuelven a sus casas”. Por último, cabe destacar que este año han empezado a ofrecer consultas externas. Son muchas las actividades que realizan en el centro, explica Zabalza, que destaca la “galgoterapia”, una actividad terapéutica en la que Atila y Argi, los galgos del centro, participan activamente, favoreciendo la autoestima y el trabajo en equipo, entre otros”.

voluntariado Además de los profesionales del centro, cuentan con voluntarios que interactúan con los usuarios ofreciendo talleres de pintura, de alfabetización, de euskera... Alejandro Palacios, responsable del voluntariado del centro, indica que quieren “abrir el centro a todas esas personas que estén dispuestas a ofrecer un poco de su tiempo para compartir con los pacientes, para jugar al ajedrez, para dar clases de inglés, clases de música, para pasear o tomarse un café de vez en cuando”.

Y es que “hay pacientes que no salen porque no tienen con quién”, revela, animando a todo el mundo a “dar un poco de nuestro tiempo, porque por muy poco que parezca, el paciente lo agradece mucho, y lo que recibe el voluntario es, a su vez, muchísimo”.

Día Mundial de la Salud Mental. Hoy habrá una exposición en Arizkunenea con pinturas realizadas por los usuarios y pondrán un stand con información en la plaza de los Fueros.

El centro celebrará una fiesta con degustación de talos y baile.