pamplona- Desde que el pasado mes de septiembre Pamplona acogiera la III Cumbre Antirrumores y se convirtiera en el epicentro de todos los colectivos del Estado que trabajan para evitar la expansión de estas ideas o afirmaciones falsas, el Grupo Juvenil Antirrumores de Pamplona ha adquirido un impulso especial. La semana pasada el colectivo puso en marcha una campaña, a través de internet, para explicar mediante un vídeo titulado No dejes que se propague/Ez ezazu zabaltzen utzi, de forma concreta y directa su compromiso con la no discriminación y la diversidad social.

Algunas de las diez personas que forman el núcleo del grupo, jóvenes de entre 17 y 26 años, ya participaron en la Cumbre que tuvo lugar en Getxo en el año 2017. La celebración del encuentro en Iruña fue para ellas “un verdadero impulso para afianzar el trabajo y ver qué se podía hacer durante el año” expresa María Díaz de Rada Gil, técnico del Área de Desarrollo Comunitario del Ayuntamiento de Pamplona, que fue la sección municipal que canalizó el nacimiento del grupo. El Consistorio participa también en la red navarra antirrumores Zasca, y ahora, con la creación del grupo juvenil, según Díaz de Rada, busca “que la propia juventud tenga protagonismo y llegue a su entorno más cercano de una forma cercana y directa”.

En el inicio de la red Zasca participaron diferentes colectivos sociales que trabajan en los barrios de la capital navarra. Y a través de ellos llegaron hasta el Grupo Juvenil Antirrumores algunos de sus actuales integrantes. Es el caso de Nahia Ilundain Blanco y Patricia Maestre Crespo, que participaban en la asociación Siñar Zubi de la Txantrea; de Rubén Díez Díaz-Crespo, que hizo sus prácticas universitarias en Etxabakoitz Bizirik; o de José Torrones Torres, activista en la asociación SEI que apoya a las personas recién migradas. Otras personas, como Abigail Serrat Felipe, aunque ya estaban activas en otras organizaciones, establecieron el contacto con el grupo por medio de la Cumbre Antirrumores de Iruña.

Todas ellas tienen en su entorno, en mayor o menor medida, mensajes que aunque se produzcan de forma involuntaria, discriminan a personas sólo por el hecho de pertenecer a un grupo social. En este tiempo ya son capaces de detectar a la perfección cualquier rumor que es “básicamente generalizar cualquier aspecto negativo de cierto colectivo”, expresa José Terrones.

En su trabajo en las diferente asociaciones también han detectado muchos rumores extendidos entre los más pequeños. “En Siñar Zubi hemos escuchado a muchos niños decir que no iban a jugar con otros porque era gitana, son cosas que ves y te duele porque todos somos iguales y no hay que excluir a nadie sino educar desde la igualdad y el respeto”, afirma Patricia Maestre. “Como agentes antirrumores tenemos que desmontarlos porque en edades más tempranas se ven muchos y muy dolorosos y excluyentes”, completa Rubén Díez.

Pero los rumores no son sólo cosa de txikis, y desde el grupo juvenil, alerta Nahia Ilundain, “en el resto de la sociedad existen muchos rumores y nos educamos con ellos”. Tanto con los que se producen en ámbitos infantiles como los que aparecen la sociedad tienen claro que tienen que evitar su normalización y para ello lo mejor es, en boca de José Terrones “no callarse, como con cualquier tipo de desigualdad social, educando y compartiendo lo que sabes”.

crear la duda Ya son casi dos años los que estos diez jóvenes están en activo para aplacar rumores. En este tiempo han interiorizado lo que se denomina como Estrategia Antirrumores. “En las distintas cumbres hemos aprendido que hay que crear la duda con preguntas porque así se fomenta la recapacitación. Eres tú el que cambia de opinión sin que nadie te la cambie”, explica Nahia Ilundain. Tras dejar atrás las Cumbres de Getxo e Iruña, ahora sus esfuerzos están centrados en la formación. “Estamos centrados en formarnos para ver qué otras personas podemos captar”, afirma Rubén Díaz. Todos los jóvenes que quieran formar parte en este colectivo pueden hacerlo mandando un correo a juventud@pamplona.es.