Estimada presidenta, estimados alcaldes y alcaldesas municipales y presidentes y presidentas de concejos:

Respondemos con este escrito a la carta que la presidenta de la Mancomunidad de Montejurra ha enviado a los alcaldes y alcaldesas de los pueblos de la comarca del Ega, en la que hace mención a la propuesta de alegación que, desde la asociación Salvemos el Ega/ Ega Bizirik, hemos enviado recientemente y cuyo plazo de alegaciones finaliza el día 27 del presente mes.

Queremos dejar rotundamente claro que nuestra asociación, formada por vecinos y vecinas de la comarca del Ega, está de acuerdo con el objetivo del Plan Director del Agua de Navarra de suministrar agua de calidad a todos los municipios, incluidos los de la Ribera. También pensamos que este plan es una magnífica oportunidad para conseguir el objetivo citado, pero provocando el mínimo impacto ambiental y social posible. Y aquí radican nuestras discrepancias con la propuesta que siempre ha defendido la Mancomunidad de incrementar las extracciones del acuífero de la sierra de Lokiz.

Los datos que suministran los técnicos de la Mancomunidad son ciertos: es verdad que tenemos un acuífero de grandes dimensiones, que tiene unas reservas muertas de 183 hm3, casi la mitad del embalse de Itoiz y que tiene una capacidad de recarga de 40 hm3/año, por lo que la extracción actual solo supone un 16% de los recursos disponibles. Es verdad, pero sólo una parte de la verdad. Lo que ocultan es que el acuífero tiene una relación de carga y descarga con el río; no informan de que la recarga se efectúa principalmente en los meses de invierno y primavera y tampoco informan de que en verano las extracciones afectan seriamente a los caudales del río

Lo mismo pasa con el caudal ambiental, es una aberración técnica decir que el caudal ambiental anual es de 8 hm3/año, los caudales ambientales no se miden en cantidades anuales, sino en caudales estacionales e incluso diarios. La CHE no tiene todavía un caudal ambiental legalmente establecido y barajando posibles modelos, la realidad es que en verano el río Ega no mantiene los caudales ambientales al verse seriamente afectado por las extracciones de los pozos de Ancín y Mendaza que secan fuentes y manantiales.

Por otra parte, el citado estudio sobre el ensayo de bombeo también concluye que para valorar cualquier escenario futuro, se debe contemplar el cumplimiento de condicionantes medioambientales que requieren un análisis estacional para condiciones hidrológicas desfavorables. Se requiere también un análisis multicriterio de los resultados de la simulación que tenga en cuenta todos los condicionantes (hidrológicos, medioambientales, concesionales, etc) que influyen en la selección del futuro esquema del aprovechamiento del acuífero. A nuestro juicio si se realizara un análisis multicriterio la mancomunidad de Montejurra no podría extraer el agua que pretende con el nuevo proyecto. Tenemos que recordar que la Mancomunidad de Montejurra no tiene concesión de la CHE.

No nos vamos a extender en explicar nuestra propuesta de abastecimiento que garantiza agua la calidad, a la par que se mantiene el buen estado del río, porque ya se hace en el documento enviado recientemente, pero en resumidas cuentas lo que proponemos es reducir a la mitad las extracciones totales de Ancin y Mendaza, incrementando el volumen suministrado por el Canal de Navarra, cuya conexión deberá hacerse efectiva en cinco años. Defendemos también la concreción de la propuesta del plan de utilizar el agua de los pozos de los pueblos de la Ribera para usos que requieren menor calidad.

Somos conscientes de que el embalse de Itoiz que abastece al Canal de Navarra ha supuesto un enorme impacto ambiental y social, poniendo puertas al último gran río pirenaico sin grandes embalses y expulsando a su población. Lamentablemente ese impacto es en buena medida irreversible. Pero paradójicamente, utilizar hoy sus aguas para el abastecimiento de nuestra comarca puede servir para mejorar el estado ecológico del Ega.

En lugar de cruzarnos cartas descalificadoras, deberíamos sentarnos para discutir las propuestas que existen, entre ellas la que proponemos, ya que asegura un abastecimiento de calidad, una mayor diversificación de fuentes, a la vez que una menor vulnerabilidad del sistema de abastecimiento frente al cambio climático y otros avatares.

Y todo ello manteniendo nuestro río Ega en buen estado.

Deseamos fervientemente que nuestra comarca sea de verdad la comarca del Ega y que Estella-Lizarra siga siendo la Ciudad del Ega, no sólo nominalmente, sino realmente la comarca y la ciudad de un río con el que nos identificamos y mantenemos vivo.El autor es integrante de la asociación Salvemos el Ega