a llegada del verano viene acompañada de la apertura de las piscinas de la Agrupación Deportiva de San Juan, con refuerzo en las plantillas de limpieza y con más personal para el control del cumplimiento de las medidas sanitarias. La afluencia no fue masiva el martes, pese a las altas temperaturas, aunque sí hubo valientes que quisieron darse el primer chapuzón de la conocida como 'nueva normalidad' tras el estado de alarma. "Parece que han echado cubitos de hielo", comentó Claudia Gaztelu, una niña que estaba deseando meterse al agua.

Una de las medidas más novedosas que destacó Pedro Iragui, el gerente del complejo, fue la instalación de las cámaras automáticas para controlar las personas que entran y salen del vaso de la piscina. El aforo permitido para acceder a las piscinas es del 75%, unas 2600 personas como máximo. Además, se ha delimitado la zona verde con el objetivo de controlar el aforo y las distancias en el césped. "Tenemos 14.086 metros cuadrados de espacio verde por lo que se ha dividido en 13 zonas", señaló Iragui.

En el agua también se limitará el aforo de modo que en la piscina olímpica entren como máximo 375 bañistas a la vez, en la lúdica 244 y en la otra 75. Como novedad, se prohibirá todo tipo de elementos lúdicos como hinchables, pelotas o colchonetas. "Solo se podrá entrar al vaso para bañarse, intentaremos que no haya gente tomando el sol en la orilla", manifestó el gerente.

En el caso de los vestuarios también habrá una medición automática para controlar el aforo, que será de 60 personas en cada uno. Actualmente, el complejo cuenta con alrededor de 10.000 socios, y Pedro recordó que, con el objetivo de evitar las aglomeraciones, no se venderán entradas ni se permitirán nuevos socios. "Iremos viendo como funciona a lo largo del verano para ver si retomamos el funcionamiento normal o no ", añadió.

Función importante tendrá el socorrista que será el encargado de vigilar y controlar que se cumplan las normas en el vaso de la piscina. Además, aspecto a tener en cuenta es el cómo realizarán el trabajo. "En principio no deberíamos hacer el boca-boca con nuestra propia boca, lo que deberíamos hacer es usar el ambú para hacerle las respiraciones o en caso extremo existe un papel para poner en la boca como protección", señaló Xabier Areta, uno de los socorristas de las piscinas.

Los primeros bañistas reconocieron estar deseosos de comenzar esta nueva etapa. "Tenemos ganas de tomar contacto para ver qué podemos hacer a lo largo del verano", manifestaron Juan Aristu y María Luisa Urrizburu. "Hay que tener un poco de lógica y de sentido común", comentó Jesús Fernández, otro bañista madrugador. Pero no sólo los mayores tuvieron constancia a lo largo de la mañana del día de ayer, "yo en cuanto vea que haya bastante gente me alejaré", dijo Óscar de 10 años. Sus abuelos Conchita y Manolo reconocieron que tenían ganas de salir y hacer vida normal, aunque admitieron tener cierto respeto a la situación, "todos tendemos a relajarnos y más con esta ansia de haber estado meses encerrados", añadieron. "Donde mejor podemos pasar el tiempo es aquí, tenemos que intentar pasar el tiempo lo menos mal posible", añadieron Antonio Domínguez y Juan Carlos Arana entre risas.