- La bodega Pagos de Araiz también retomó su actividad a partir del mes de julio, adaptándola al nuevo escenario tras el confinamiento por la covid-19. Esta bodega fue construida en el año 2000 con un estilo château a las afueras de Olite. Durante el confinamiento la bodega ha ofrecido catas en streaming para los socios de su club de vinos, reforzando también sus canales de venta on line. La crisis sanitaria ha afectado a diversos sectores como el vino, pero como afirma José Masaveu, director general del grupo vitivinícola al que pertenece la bodega Pagos de Araiz, "el sector vinícola español volverá a ocupar el sitio que le corresponde en la industria agroalimentaria. Sigo viendo el panorama vinícola con mucho futuro". La bodega ha intensificado las visitas privadas y ha potenciado las actividades enoturísticas en la terraza exterior. "Durante los meses de confinamiento la actividad enoturística ha parado. Ahora la rueda está empezando a girar en todos los sentidos", añadió Teresa Muñoz, responsable de Marketing y Comunicación. "Es tiempo de brindar y celebrar reencuentros con amigos y familiares y nuestros vinos animan a ello", remarca Juan Glaría, enólogo y director técnico de Pagos de Araiz.