e lo dijo el agua que reía, bajo el sol, sobre las piedras viejas de la fuente. Las fuentes de agua de Los Arcos salpican su término rural y humano. Son una cuadrilla que apuntala su territorio como hitos de vida. Ahí están. Alguna ansiosa por ser acicalada para seguir gozando y, con su voz al viento, cantar recuerdos y alegrías de este tiempo. Escenario y protagonista de campo nutrido, de labores, de encuentros, de la traída de sus aguas a plazas y caserío.

Fuentes losarqueñas que no quieren hilos de arañas del olvido. Quieren ser fuentes de reposo, aire sano y hamaca de siestas soñadas, de fábulas, milagros y hasta de historias de terapias medicinales con sanguijuelas.

El amplio marco municipal de Los Arcos, con casi 60 kilómetros cuadrados y donde la agricultura y también ahora, el ganado de algún valiente, ha necesitado siempre más aportación pluviométrica que los medio millar de mm. que les otorga el cielo de media anual.

Esta tierra está surcada por los ríos Cardiel y Odrón. Desde tiempos inmemoriales ha habido que recurrir al uso de sus corrientes y del nivel freático para el aprovisionamiento de aguas . Así surgieron las fuentes, abrevaderos y balsas, que han sido los surtidores reglados para abastecer a suelos, animales y vecinos.

Para conocer el origen, vicisitudes y vida de las fábricas, pilas y conductos de estos surtidores se puede recurrir a la clase teórica y escrita del concienzudo trabajo de Víctor Pastor Abaigar. Puesto en valor, posteriormente, con dedicación y amor, por Ascen Gurucharri Goñi, bibliotecaria de la localidad, jubilada hace escasas fechas. Ascen es autora de distintas recopilaciones de este conjunto de fuentes y otros valores patrimoniales. Y es una magnífica guía, junto a su marido, Arizaleta, para descubrir cualquier tesoro patrimonial en Los Arcos. Fuentes destacadas.

Es una de las fuentes urbanas y se sitúa, debajo del nivel del suelo, cerca de la Casa de Cultura. Es de mampostería y presenta buen estado.

También es conocida como La Noria. Fue muy utilizada hasta mediados del siglo XX también como abrevadero de ganado. Las avenidas del río Odrón y el tiempo la fueron reduciendo en su uso y solo utilizando la técnica de bombeo.

Es una fuente con un caño de teja, aunque en su origen debía estar enmarcada por una pequeña construcción. Hasta hace unos 50 años el agua la dirigía a una poza del río Odrón, utilizada para el baño.

Manufactura geométrica, con buenos sillares y perfecta en su techumbre y arca. La cubre en su interior una bóveda de medio cañón, cuyas dovelas forman un tejado a dos aguas. Es la más popular de todas y en ella se han concentrado muchas fiestas sociales por San Juan, San Pedro y Santiago.

Situada junto a una Cañada Real en el paraje de Los Llanos, término de La Ra. Es abundante y constante en su caudal, incluso en épocas de sequía.

Se exhibe en el comunal del Badinal de Salobre, cerca de la carretera que va a de Los Arcos a Lazagurría. Contiene un depósito que vierte a un abrevadero de unos 70 metros de longitud. El conjunto de piedra de sillería responde a modelos neoclásicos.

Estas y otras fuentes y manantíos urbanos y y rurales repartidos por Los Arcos son parte importante de su historia. En la ejecución para su aprovechamiento se puso conocimiento y también valor artístico. No son ninguna la Fontana de Trevi, pero si representan algo más allá que un objeto funcional. Son nichos de agua y, también, de pura vida de esta histórica villa navarra.