Síguenos en redes sociales:

Sakana

Los sonidos de los cencerros guían a los Reyes Magos en Altsasu

Los y las cencerreros iban encabezados por otro monarca, Imanol Ruiz, elegido por la suerte en el reparto de 300 bollos

Los sonidos de los cencerros guían a los Reyes Magos en AltsasuN.M.

La llegada de los Reyes Magos a Altsasu se anunció con cencerros. Y es que es costumbre que los y las txikis, encabezados por otro monarca, guíen y reciban a sus Majestades de Oriente con los sonidos de sus cencerros en su visita a la villa. El rey era Imanol Ruiz Martínez, de 8 años, elegido por la suerte en el reparto de bollos entre la chavalería. No en vano, tal honor recae en la criatura que encuentre en el interior de su bollo una sorpresa.

La cita era a las cinco. Desde minutos antes cientos de txikis y mayores esperaban que comenzara este acto que se repite cada 5 de enero desde 1976, sin fallar ninguno salvo en 2021 por la pandemia. Para calentar momentos y anunciar que había llegado el momento, realizaron una carrera por el casco viejo. De vuelta a la plaza y en filas, comenzó el reparto de bollos, 300 en total, todos los que había. De entregarlos en mano y poner orden se encargaron Ainhoa Ramirez de Alda, Isido Asurabarrena, Urritz Alegre, Asier Apaolaza e Iker Nuncio. 

Cientos de txikis se acercaron a la plaza con sus cencerros al reparto de bollos.

Elegido el rey llegó el momento de su proclamación. Con la solemnidad del Himno de Navarra, recibió de su predecesor, Martín Sánchez Urizar, el narru o pie de oveja que cubría su cuerpo, sujeto por un cinturón con 12 pequeños cencerros, uno por cada mes del año de su reinado. Una txapela y una makila o vara de mando completaban la vestimenta. Cumplido el protocolo, la chavalería salió a la carrera en busca del heraldo de los Magos de Oriente para mostrarles el camino al portal. 

Al igual que otras tradiciones desaparecidas en Altsasu en el salto a una sociedad industrial, a mediados del pasado siglo se perdió la costumbre de los niños y niñas de llamar a Melchor, Gaspar y Baltasar con cencerros, sonidos purificadores habituales en las celebraciones del solsticio de invierno. Entonces se comenzó a celebrar la noche mágica con la cabalgata. Precisamente, Enrike Zelaia, con la ayuda de Luis Mari Lopez de Goikoetxea, dos personas fundamentales en la cultura de Altsasu, recuperaron esta costumbre integrándola en la llegada de los Reyes como acto de bienvenida.