Marcilla ha convertido este mediodía las calles del centro del casco urbano, en concreto el entorno del castillo, en una fiesta del reciclaje. Y es que más de 350 txikis y jóvenes del colegio San Bartolomé y del IES Marqués de Villena, acompañados en muchos casos por sus familiares, han puesto punto y final a un proyecto de sensibilización y concienciación en el que llevan trabajando un mes y medio y gracias al que han logrado que la localidad sea, si cabe, mucho más sostenible.

Al son de una batukada, el alumnado ha llegado a la plaza de la Cava portando papeles de periódicos y muchos, muchos envases, que después han depositado en los contenedores adecuados. A partir de ahí, decenas de actividades; los más mayores han participado en una gymkana en torno al cambio climático y han mostrado cuadros hechos con materia orgánica, y los txikis han disfrutado del show La magia con residuos con el mago Tután, visto cómo se hacen las palomitas solares, Alejo el cangrejo les ha mostrado una casa hecha con residuos abandonados en las calles, Mediano Bikes Peralta ha impartido un taller de reparación de bicicletas y ha habido un puesto para comprar libros de segunda mano

Todo esto se ha sumado a otras acciones que han llevado a cabo en esta iniciativa impulsada por Residuos de Navarra/Nafarroako Hondakinak en colaboración con la Mancomunidad de la Ribera Alta y el Ayuntamiento de Marcilla y en las que, tal y como ha expuesto la directora del colegio, María Larumbe, “ha sido un lujo y una maravilla participar”. 

El alumnado de Educación Infantil, ha puntualizado Larumbe, “ha hecho un diagnóstico de las necesidades que teníamos en el colegio; ha ido por el pasillo constantemente y ha mirado a ver si había papeleras de los cuatro colores y comprobado si realmente se reciclaba bien, algo muy parecido a lo que han hecho los niños y niñas del primer ciclo de Educación Infantil. Los de segundo ciclo estuvieron en un taller con los más mayores para pintar con pigmentos y repartieron entre los comerciantes tuppers y bolsas reutilizables. Y, por último, los de 5º y 6º han sido el grupo motor; han recibido la charla del Banco de Alimentos y han ido con los jubilados a la planta de envases de Moratiel”. Además, han sido los creadores de la canción y la pequeña performance con la que han cerrado la jornada. “Se ha trabajado de forma transversal y el alumnado ha estado muy motivado; han puesto en práctica en casa lo que han aprendido que, al final, es de lo que se trata”. 

Muy concienciados

Algunos de los pequeños protagonistas han asegurado haber disfrutado mucho de esta experiencia. Ahí estaban, entre otros, Mario Medina Méndez, Iratxe Díez Suárez, Alan Méndez Abárzuza e Iker Navarro Pérez. “Nos lo hemos pasado muy bien y hemos aprendido cosas nuevas, sobre todo que hay que reciclar porque, aunque ya lo hacíamos, ahora lo hacemos mejor”. Además, y poniéndose serios, han alegado que “si seguimos contaminando así y no reciclamos, va a empeorar mucho el mundo; va a haber problemas con el medio ambiente, con los alimentos y con nuestras vidas. Y hay que tener muy en cuenta el cambio climático”. 

Satisfacción entre los organizadores

Hasta Marcilla, además, se han acercado representantes políticos e integrantes de las entidades organizadoras como Óscar Rubio, técnico de Residuos de Navarra, que ha recordado que dicha entidad “siempre va a estar apoyando actividades educativas que vayan desde los centros escolares; desde los niños y niñas, como agentes educativos, no solamente en sus casas, sino en sus pueblos. Agradecer al colegio, al Ayuntamiento y a la Mancomunidad la disposición y el hecho de cedernos todo el pueblo para hacer este tipo de cosas”.

Y Chema Palacios, de la Mancomunidad de la Ribera Alta, ha reiterado dirigiéndose a los txikis que “si os digo que nuestros actos como sociedad siguen afectando y perjudicando a la naturaleza, no os estoy diciendo nada nuevo, pero sí quiero insistir en que debemos seguir trabajando para evitarlo; apostando por conseguir una conciencia ecológica compartida. Desde la Mancomunidad no escatimamos esfuerzos en trabajar con vecinos de todas las edades, pero especialmente con los niños y jóvenes porque en sus manos está conseguir este futuro más sostenible”.