La despoblación, la creación de puestos de trabajo de calidad y la atención sanitaria de los vecinos y vecinas de Tierra Estella fueron alguno de los problemas que se analizaron en una jornada parlamentaria que contó con la presencia de diversos representantes de los sindicatos UGT, CCOO, LAB y ELA, en una ponencia en la que se analizaron diversos aspectos del desarrollo socioecononómico de Tierra Estella en la que también se realizaron algunas propuestas de mejora como la de incrementar la competitividad; desarrollar nuevas actividades económicas y fomentar el emprendimiento.
Con todo, se detectó que existe una necesidad acuciante de emprender acciones que favorezcan el asentamiento y la fijación de población. Actualmente la comarca tiene un tejido industrial formado por pymes en el que solo hay dos empresas que llegan a las 500-600 personas trabajadoras, y hay otras medianas como Tenerías Omega que han echado el cierre y otras están pasando por una escasa producción o la falta de componentes, lo “que también podría derivar en despidos”
La agroindustria por otro lado, está reduciendo a la mitad la contratación ya que los nuevos procesos industriales están disminuyendo las jornadas de trabajo. Y es precisamente en esta zona más agroindustrial donde en poblaciones como Viana, Lodosa o Mendavia se están trasladando empresas a La Rioja “por los beneficios fiscales y las facilidades que obtienen para la puesta en marcha de sus proyectos”. Estos son los casos de empresas como Manipulados Mendavia, de 280 personas trabajadoras; o Rocasa, con 40, y hay “otras empresas que están en contacto con el Gobierno de La Rioja planteándose también su traslado” aseguraron desde UGT.
Un fenómeno que se une al goteo incesante de cierres de comercios o establecimientos hosteleros, en Estella-Lizarra. Toda una contradicción en una Merindad con un gran potencial turístico que cuenta entre otros atractivos con el Camino de Santiago y es rica en recursos naturales, culturales y patrimoniales de la zona. “Para ello, necesitamos contar con polígonos industriales competitivos, dotándoles de redes eléctricas adecuadas y suficientes para garantizar el acceso del tejido industrial a los suministros básicos”.
Formación
Destacaron la educación como una de las herramientas y en especial la formación profesional “para conseguir una población cualificada que pueda dar respuesta a las necesidades de los sectores productivos y de servicios”.
Con todo, existen datos positivos para la Comarca de Estella tras la última reforma laboral se han instalado 214 empresas nuevas y el desempleo ha pasado del 12 al 7,4%, aunque todavía supera en cuatro décimas la media de la Comunidad Foral. Trabajos que muchas veces contienen el lastre de la elevada parcialidad, ya que el 21% de los contratos que se firman en Tierra Estella son a media jornada, algo que afecta sobre todo a las mujeres.
Despoblación
En el análisis sindical, la despoblación es una de las señales de alarma más preocupantes ya que en los últimos años no solo el número de habitantes ha disminuido en un 1,5% si no que, además, Tierra Estella es la comarca con mayor porcentaje de personas mayores de 65 años, según los datos aportados por CCOO en el Parlamento navarro.
Pobreza y sanidad
Otro de los datos preocupantes de Tierra Estella es que su renta está por debajo de la media y posee una tasa de riesgo de pobreza del 24,3%, muy superior a la media navarra. Y entre las problemáticas que afectan actualmente a los y las habitantes de la Merindad de Estella, aparecen las 4.215 personas que están en las listas de espera en el Hospital García Orcoyen. Un total que hace que la media de días de espera sea de 67 para una primera consulta y 70 para cirugía pero con demoras de 121 días para traumatología o de 115 para cardiología y ginecología, especialidades que están incluidas en la ley de garantías.
Entre las soluciones para poder mejorar los diferentes indicadores socioeconómicos se propusieron algunas vías de acción como la de crear un servicio de intervención integral que incorpore los tres pilares necesarios para garantizar un desarrollo sostenible y duradero en el tiempo: la reactivación del tejido productivo y económico junto con “la incentivación de un empleo de calidad y cualificado”, al mismo tiempo que se proteja a los más vulnerables. También, la creación de estrategias de cooperación y colaboración entre empresas para mejorar la competitividad y los procesos de internacionalización. Finalmente, el reforzamiento de los servicios sociales y la mejora de la coordinación con los servicios de empleo para impulsar “la empleabilidad y la inserción socio-laboral de los colectivos en riesgo de exclusión social”.