Andosilla ha abierto las puertas de un centro de recogida urgente de animales, un espacio en el que darán cobijo a aquellos perros y gatos abandonados o enfermos que aparezcan en el casco urbano y que requieran de algún cuidado. Un grupo de voluntarias se encargará de la gestión de este espacio que el Ayuntamiento ha levantado junto al punto limpio en un solar municipal y con una inversión de 58.000 euros de los que 30.000 euros han sido subvencionados.
De acuerdo con Ana Mª Creso, vecina vinculada al cuidado de perros junto con Laura González, que es la que impulsó la recogida de estos animales, Maddi Irizar, Lorena Tres Marín y Ana Echarri (eran más, pero por diversos motivos ahora no pueden estar), llevaban tiempo pidiendo un refugio de estas características porque hasta ahora estaban en un pequeño cuarto en el Silo que no cumplía con las condiciones adecuadas y donde, además, molestaban a los vecinos. “Queríamos algo más grande, pero esto está mucho mejor de lo que pensábamos”.
Y es que, aunque ahora no tienen ningún perro en sus instalaciones, han llegado a tener hasta tres. “Cuando llega uno, se le lee el chip, si tiene, se llama al municipal para que lo lleve con su dueño y, si no, se desparasita y se cuida; se le da de comer, de beber, y se le pasea mínimo dos veces al día hasta que viene la protectora o tiene acogida o adopción”.
Tal y como apunta Nadia Ahl Yaiche, edil de Andosilla, “recogimos el guante porque, además de ser algo obligatorio, vemos clara la importancia y necesidad. Es una forma, además, de facilitar la labor que hacen las voluntarias, que es encomiable, y que invierten su tiempo personal en ello”.
El centro cuenta con un almacén compartido y la zona de perros dispone de tres boxes con caseta, bebederos automáticos y patios. Después está el espacio para los gatos con un patio y una sala que van a partir para dejar en un lado a los gatos nuevos que tienen que pasar la cuarentena hasta ver si están enfermos. También se ha quedado un gran espacio sin construir que, de momento hormigonarán, hasta ver si se amplía en un futuro.
Espacio para gatos
Del tema de los gatos se encarga María Álvarez que, apunta, comenzó ayudando a Egapeludos de Estella y, hasta ahora, se quedaba a los animales en su casa. Después de un problema debido a la enfermedad de panleucopenia, “vi que tenían que estar en el refugio sí o sí”.
Y es que, explica, “gatos aparecen casi todos los días”. Además, el tema de las colonias está más o menos controlado, pero es algo en lo que se va a trabajar para tratar de crear un espacio concreto para ir esterilizándolos. De acuerdo con Nadia, hay en la localidad, en la calle, en torno a 86 felinos.
El proceso cuando un gato llegue al refugio será similar al de los perros; se le desparasitará, pasará la cuarentena y después se esterilizará si es adulto. Si es salvaje y no se puede dar en adopción, se soltará en alguna colonia y si no, se le buscará un hogar. Además, insiste María, que agradece la ayuda de Eneko Erce, de Egapeludos, “en el caso de los perros es más difícil que se reproduzcan, pero con los gatos, ahora que habíamos conseguido que las colonias estuviesen esterilizadas, cuando alguien suelta a los suyos, vuelve el problema”.
“Creo que esto espacios son muy importantes, pero que también es necesario hablar de concienciación”. Por este motivo no descartan ir al colegio a dar alguna charla.
El Ayuntamiento paga la luz, el agua y el pienso, así como las salidas al veterinario. De momento, y aun organizando estanterías y moviendo material de un sitio a otro, irán viendo qué más necesitan puesto que, además, mucha gente les ha donado mantas, cojines, correas, bebederos, o juguetes, entre otros.