El sábado 7 de junio, Olite-Erriberri celebró con entusiasmo la novena edición del Euskararen Eguna, una jornada festiva organizada por la asociación Erriberriko Euskararen Lagunak, con el apoyo del Ayuntamiento. Irene Mayo, concejala y miembro de la asociación, destacó el trabajo que conlleva preparar esta cita anual, pero también la satisfacción que deja por su ambiente festivo y participativo. “Es un día bonito, con muchas actividades y con la colaboración de muchas asociaciones locales”, afirmó.

La jornada comenzó a las 11:30 con un pasacalles desde la Casa de Cultura hasta la plaza Carlos III el Noble, protagonizado por la comparsa de gigantes de Olite. Allí, tras los bailes de los gigantes y del grupo de danzas Txibiri Taldea, se leyó el pregón. Como cada año, se rindió homenaje a una persona o colectivo comprometido con la promoción del euskera. En esta ocasión, el reconocimiento fue para Fernando Rey Escalera, académico de Euskaltzaindia, nacido en Iruña pero con raíces familiares en Olite.

Homenaje a rey escalera

Durante el pregón, Irene Mayo agradeció la colaboración de Rey Escalera en múltiples ocasiones y destacó su labor por dar a conocer el pasado euskaldun de Erriberri. Recordó también algunas de sus frases más significativas: “Navarra es una casa con dos ventanas, ¿por qué cerrar una?”, en alusión a la riqueza que supone convivir con dos lenguas.

Amor, justicia y compromiso

En su intervención, Fernando Rey Escalera agradeció el homenaje con humildad y emoción. Afirmó que su labor no habría sido posible sin quienes le precedieron, y tuvo palabras especiales para sus padres, Juanito y Pilar, de quienes heredó valores y amor por su pueblo. “El euskera ha sido para mí una ventana más en mi casa; una que me ha traído personas, paisajes, hermosura y cultura”, expresó. Defendió que apostar por el euskera es una cuestión de amor, justicia y compromiso con las lenguas minorizadas. Finalizó con un cariñoso recuerdo a sus orígenes y una frase que resumió el espíritu del día: “En Olite se respira mejor”. Tras sus palabras, fue homenajeado con un aurresku.

La celebración continuó en la plaza Teobaldos con la actuación del grupo Txibiri, que interpretó danzas como Polka Pik, Txulalai, Iturria, Barañain, Arin Arin, Sagar dantza, Txotxongilo y, como colofón, la jota de Olite, bailada junto con los gigantes. Participaron también la escuela de gaita y tambor, los txistularis de Erriberri y hubo una actuación de txalaparta. Después, le siguió a estas actividades una comida popular, teatro y conciertos de Adriantxo, Antígona, Suizidio Kolektivo y Egurra ta Kitto.