La Perla Vascongada, el comercio centenario de la calle Zapatería, número 17, que en 1898 puso en marcha Rufino Saralegui, está de alquiler. Con el cierre definitivo de este establecimiento textil se va otro de los últimos negocios que milagrosamente, dada la crisis que azota al sector, seguían en activo en el Casco Viejo de Pamplona después de más de un siglo, concretamente 121 años.

Elías Razquin Saralegui, nieto de Rufino, fue el último propietario, hasta que en 2019 lo cerró unos meses, "porque mi hermano se puso enfermo y para acompañarlo". En febrero de 2020 se planteó volver a la actividad, pero la pandemia y el confinamiento hicieron el resto. "Entonces me tomé el cierre de forma definitiva, porque una vez que paras una tienda es muy difícil retomarla", señala.

El comercio, en los 40, con el género de telas a pleno rendimiento. Foto: Archivo General

En 1937, llamado R.Saralegui y Goñi, durante la procesión de la Virgen del Rosario. Foto: AMP

En la actualidad, el comercio, que fue reformado en los años 60, se alquila a través de una inmobiliaria al precio de 1.250 euros. Elías Razquin explica que cuenta con 106 metros cuadrados en planta baja y un almacén de 40 m2 y el interior todavía conserva la estética de mediados del siglo XX con paredes de madera y aquellos armarios de las viejas sastrerías.

Según recuerda su nieto Elías, Rufino Saralegui montó el negocio de telas, pero "mi abuelo tenía muchos familiares con otros comercios textiles". Se refiere, por ejemplo, a los hermanos Goñi, que, como recuerda Carlos Albillo, autor del blog Memoriasdelviejopamplona, tenían su taller y tienda en el número 7 de Zapatería y fue el negocio que dio lugar a la fábrica de tejidos Goñi-Mayo que estaba en San Juan, o a Agustín Trías Comabida, fundador del Comercio San Fermín en 1891. En la trasera, en el número 42 de la Plaza del Castillo, tenía su taller de sastrería bajo el nombre Trías.

Porque el negocio de Rufino Saralegui fue durante décadas uno de los muchos de la Pamplona de antaño que vendían telas al por menor y confeccionaban trajes a medida. Así puede verse en los anuncios de la época, donde se vendían por hasta 50 duros "buenos Trajes de Estambre, Lanilla, Driles y Frescos".

Foto: 'Memoriasdelviejopamplona'

Tras morir Rufino, estuvieron al frente del comercio sus hijas María Pilar y Carmen Saralegui Maiza: "Yo la heredé de mi madre María Pilar y durante años estuve al frente con mi prima Pilar Escala", señala Elías Razquin Saralegui, quien ha estado 26 años al frente de La Perla Vascongada. Y añade: "Los comerciantes son unos héroes, porque un negocio así es excesivamente sacrificado de mantener", opina.

En los últimos años, el negocio de La Perla Vascongada se ha dedicado principalmente a comercializar la marca textil Basarte, ideada por los hermanos Koldo y Javier Balda, hijos del pintor y cartelista Pedro Martín Balda.

En su última andadura, cuando comercializaba la marca Basarte, de los Hermanos Balda.