Unas opiniones poco afortunadas, las de los concejales de Navarra Suma, en una reciente comisión de Urbanismo y en la Asamblea de la Mancomunidad, respectivamente, acusando a las composteras comunitarias y los huertos urbanos de la proliferación de ratas en la ciudad (de paso también denunciaron a la MCP por el contenedor de tarjeta) no han sentado bien a muchas personas que llevan años trabajando por una mejor ciudad, medioambientalmente hablando, porque las consideran injustas y lejos de la realidad.

El profesor de euskera del IES Irubide-Padre Moret Juantxo Urdíroz, responsable del proyecto educativo de compostaje y huerto escolar del centro escolar de la Txantrea, explica que estas acusaciones han generado “cierta inquietud en la comunidad educativa”, ya que “en nuestro instituto tenemos tres compostadoras en funcionamiento, donadas y controladas por la Mancomunidad de Pamplona, una por cada patio, y otra en la entrada principal”, y “no hemos detectado nunca, y llevamos unos 7 años haciendo compostaje comunitario con nuestro huerto escolar, la presencia de ratas o ratones. Nunca, tampoco ahora”.

Se refiere Urdíroz a que los últimos datos señalan a la Txantrea como uno de los barrios, junto con Etxabakoitz, donde en los últimos se ha incrementado el número de roedores. “Al mover gran cantidad de tierras (con el desarrollo de Txantrea Sur), los habitantes del subsuelo y alcantarillado”, las ratas, en definitiva, “han invadido otros espacios”. Hasta ahí “todo bien”, opina y añade que “lo que no nos parece fundado en razones sanitarias y logísticas es meter en el mismo saco de la desratización a las composteras y los huertos urbanos. Es una leyenda urbana sin base real alguna”.

Explica así que en las compostadoras “se pueden echar restos de carne y pescado”, siempre siguiendo las recomendaciones de la MCP, pero añade que, además, “esto nunca ocurre en los centros escolares”, donde los chavales suelen echar las cáscaras de naranjas o de plátanos del almuerzo. Por eso, desde su experiencia, desmiente la vinculación de estos sistemas con aumento de roedores.

El proyecto de compostaje en el IES Irubide es todo un éxito e implica al alumnado: “Ahora estamos sacando el compost y muchos se acercan a comprobar el resultado”, dice. El compost se utiliza como abono para el huerto escolar del instituto, en el que en estos momentos (las medidas anti Covid han puesto muchas limitaciones y los escolares no pueden utilizar los aperos) están creciendo las habas, antes de que se comiencen a plantar las verduras de primavera.

Juantxo Urdíroz recuerda a los responsables municipales que en la Comarca de Pamplona hay 43 zonas de compostaje comunitario, un sistema que, “y así lo entendemos los que lo estamos haciendo, es la forma más fácil, económica y ecológica de tratar los residuos orgánicos urbanos, basándonos en el trabajo y la economía circular”. Y en ello están, educando al alumnado, por lo que “agradeceríamos la sensibilidad necesaria y la capacidad de discriminación para sumar, y no restar, en nuestro trabajo”.