El servicio del taxi también ha sido otro de los grandes perjudicados en los meses de pandemia, a pesar de que volvió a recibir la mayor puntuación de su historia, un 8,1 de media. En 2020, y según la Encuesta de satisfacción sobre el uso del taxi, llevada a cabo por encargo de la MCP, se ha notado un descenso brusco del porcentaje de usuarios que cogen el taxi alguna vez al mes, del 45% al 31%, y aumentaron quienes lo cogen alguna vez al trimestre, del 46% al 59%. Y en días de la semana, el estudio concluye que aumentó “significativamente” el porcentaje de usuarios en días laborables, del 48% al 63% y desciende “a la mitad”, el peso de quienes lo cogen solo en fin de semana.

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En estos meses de covid cambió también la caracterización de los motivos del viaje en taxi. En días laborables, los usuarios ya no cogían el taxi tanto para coger un bus, un tren o un avión (bajaron del 18% al 3%), y, de hecho, el 46% de los viajes han tenido como motivo del viaje, de origen o de destino, visitas al médico y hospitales. Y en el otro lado, en fin de semana, el peso de los viajes de ocio nocturno desciende a más de la mitad (del 63% al 30%) y ganan peso los viajes de trabajo, y de ocio y visitas de día.

Con un servicio del 9,1 de puntuación, hay que destacar que los aspectos más satisfactorios para los usuarios han vuelto a ser la seguridad que inspira viajar en taxi (9,1), la limpieza interior y olor de los vehículos (8,8), la profesionalidad en la conducción (8,8). Entre lo peor, las tarifas (6,2), y la espera en parada en horario nocturno (5,4) y por encima de la media, la amabilidad de los taxistas (8,4) y la confianza que inspiran (8,5).