Desaparecieron las comidas y las cenas con la cuadrilla, las charangas y sus instrumentos pasaron demasiado tiempo en silencio y las pancartas -y su picante sátira- dejaron de ondear por el Casco Viejo al compás de esos pasacalles que tanto hacen vibrar a la ciudad.

La pandemia paralizó la intensa actividad de las Peñas de Iruña, que, sin embargo, han aprovechado este abrupto paréntesis para, a golpe de pico y pala, reformar e incluso cambiar de sede y así vestir sus mejores galas de cara a los ansiados Sanfermines de 2022.

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Entre ellas, se encuentran El Txarko, La Jarana o La Única. Las dos primeras han acometido obras en sus sedes mientras que La Única se ha cambiado de ubicación.

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Anaitasuna ha barajado estas últimas semanas varios proyectos de acondicionamiento de la peña, pero finalmente no los pondrán en marcha. “Tras dos años sin poder hacer nada, los socios verían mal volver a cerrar. Sería una pequeña mejora, el local está bastante bien”, asegura el presidente.

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La Peña Irrintzi inauguró su nuevo local en junio de 2017, después de año y medio de intenso trabajo tras el incendio, en el número 12 de la calle del Carmen, que afectó a la peña la madrugada del 28 de enero de 2016.

En diciembre de 2016, la Armonía Txantreana inauguró el piso superior de la peña.