El Ayuntamiento de Lodosa acaba de adjudicar las obras de mejora de las piscinas de verano a la empresa Construcciones Suescun por un importe de 124.969 euros, una cantidad que apenas ha sufrido rebaja con respecto al precio de licitación, tal y como apuntaba la alcaldesa Lourdes San Miguel, y que cuenta con una subvención de 110.000 euros del Fondo Covid.

Las obras, que comenzarán el lunes, pretenden adaptar la instalación al Decreto Foral 86/2018 y la primera de las mejoras se centrará en la solución de la fuga que existe en la piscina mediana, algo que hizo que el año pasado estuviese cerrada buena parte del verano. De acuerdo con San Miguel, la idea es que para mediados de junio esta actuación esté terminada.

Lo que previsiblemente no estará listo para el arranque de la temporada estival será la puesta a punto del vaso rectangular, que desde hace tiempo no sobra igual por ambos lados y deben solucionarlo. El Ayuntamiento, apunta San Miguel, no descarta la posibilidad de habilitar durante unas semanas la piscina climatizada para aquellas personas que quieran nadar.

Por último, con esta cuantía económica se va a mejorar la accesibilidad de todas las duchas, que en la actualidad tienen un pequeño escalón, así como la resbaladicidad.

La empresa tiene hasta el 30 de septiembre para finalizar las obras pero, de acuerdo con la alcaldesa, el objetivo es que concluyan en julio.

La localidad, además, espera que para esta temporada veraniega ya tome las riendas de la piscina la Sociedad lodosana para el deporte y la salud, una entidad pública que han gestado en los últimos meses y cuyo consejo administrativo lo forman la propia San Miguel junto a Laura Remírez (LOIU), Iván Merino (Navarra Suma), Iñaki Alegría (PSN) e Ignacio Martínez, coordinador deportivo de Lodosa.

En la residencia

La actuación en las piscinas se trata de la segunda inversión más importante que el Ayuntamiento tiene prevista para este año por detrás solo de las mejoras en la residencia de ancianos, un proyecto que ascenderá a 150.000 euros.

Esta obra contempla la eliminación las barreras arquitectónicas del hall, concretamente en todo lo que es el jardín interior puesto que está a diferente altura y que van a nivelar para que sea un espacio diáfano y un recibidor más amplio y sin escalones. Además, sustituirán el descalcificador y arreglarán los baños comunes de la planta baja así como, al menos, la mitad de los baños de las 48 habitaciones que tiene este centro.