Tudela - Con el mes de septiembre ya en marcha, la docena de participantes y el arqueólogo tudelano Juan José Bienes, encargado de coordinar las excavaciones, han dado por finalizada la octava edición del Taller de arqueología en la antigua iglesia de San Nicolás que organiza el Ayuntamiento de Tudela a través de la concejalía de Educación y Centros Cívicos. El balance de las cinco semanas de actividad que se han llevado a cabo en fechas veraniegas deja un total de 26 enterramientos recuperados.

Bienes explicó ayer que una de las particularidades del taller veraniego de este año es que no se ha trabajado sobre los enterramientos más antiguos del templo, sino centrándose en los más recientes. Además del hallazgo de dos nuevos esqueletos en posición ‘decúbito prono’ (boca abajo), cabe destacar la aparición de cuerpos cuyos restos óseos lucen desordenados , cuya posición ha sido modificada o que incluso no se encuentran junto al resto de la estructura ósea de los difuntos.

En concreto, Bienes, quien califica de “raros” estos enterramientos para diferenciarlos de los denominados como “singulares”, mencionó el hallazgo de un cuerpo sin restos de los brazos ni de las tibias y peronés pero con los fémures girados hacia el tronco, así como el cráneo desplazado unos 10 centímetros de todo el conjunto. El otro enterramiento inusual, que al contrario que el anterior está enterrado mirando a los pies de la iglesia y no al altar, presenta la singularidad de tener los huesos de una de las piernas girados hacia el tronco. No hay rastro de la cabeza ni de la parte inferior de la otra pierna. “La disposición de los restos nos hace pensar que podrían haber sido trasladados desde otro lugar hasta San Nicolás. Esa posición de los huesos difícilmente se pudo lograr en los momentos inmediatamente posteriores a los enterramientos”, explicaba Bienes.

Esta nueva línea de explicación también podría aplicarse, según argumentó el arqueólogo tudelano, a los esqueletos en posición ‘decúbito prono’, sobre los que las investigaciones llevadas a cabo por los alumnos del IES Valle del Ebro, bajo la tutela del profesor Pablo Ijalba, concluyeron que lo más probable es que la causa de la adopción de esa postura fuese una decisión personal de los propios finados con ánimo de penitencia.

Además de los restos óseos de cinco enterramientos que se han dejado a la vista, en las visitas guiadas que se celebrarán los días 11 y 12 de septiembre se podrán ver también algunos elementos arquitectónicos hasta ahora inéditos para los visitantes.

Más hallazgos El taller también ha traído consigo el hallazgo de viejas monedas, zapatos, botones e incluso balas de plomo que Bienes relaciona con posibles fallecimientos por accidentes de caza o a causa de conflictos bélicos. Una gran cantidad de hojas de rosal, un nuevo ataúd pintado de blanco (el segundo en todas las ediciones de los talleres) e incluso heces han sido otros de los elementos que los voluntarios del taller han podido extraer de los restos del templo, en el que se continuarán buscando los vestigios de la iglesia original que albergó la primera tumba del rey Sancho VII El Fuerte.