no sé yo qué pasaría si de repente el alcalde de Tudela, por poner un ejemplo, dijera que se sube el sueldo y que en dos años va a pasar a cobrar el doble de lo que estaba cobrando por meter 20 horas más al mes. Acto seguido nos enteraríamos que no solo él, sino que todos los concejales delegados incrementarían su sueldo en un tercio más de lo que estaba cobrando hace dos años. Además, semejante medida coincidiría en el tiempo con que una gran empresa habría llegado a la capital ribera y habría llenado de dinero las arcas municipales. ¿De verdad creéis que no habría comunicados de UPN, PPN y PSN un día sí y otro también (y con razón)? Las redes echarían humo y los enfrentamientos dialécticos estarían a la orden del día. ¿Me puede alguien explicar por qué no sucede eso mismo en el Junta General Permanente de Bardenas y nadie dice ni pío? Pero cuando digo nadie es nadie. No voy a entrar en los términos de que se lo merezca o no se lo merezca, pero ¿de verdad se puede doblar uno el sueldo en dos años a cambio de meter 20 horas más al mes? Es decir, en 2017 cobraba 18.000 euros por un mínimo de 40 horas al mes, un año después 24.000 euros por las mismas horas de trabajo y de nuevo un año después 35.000 euros por un mínimo de 60 horas de trabajo al mes. Así, sin dar más explicaciones, entre otras cosas porque nadie en la Junta le pidió ninguna. No sabemos por qué debe meter 20 horas más de trabajo ni en concepto de qué antes se pagaban 18.000 euros por 40 horas y luego 24.000. Ningún representante político, de ningún partido, ni a la izquierda, ni a la derecha de UPN (que es el partido en el que milita) abrió la boca. Puede ser que hasta esté justificado el gasto pero la mayoría de los asistentes no conocían que los integrantes de la Permanente se subirían el sueldo, pero aún así nadie preguntó nada al respecto, ni se extrañó. Ese remanso de paz en el que se celebran las asambleas de Bardenas no es algo de ahora sino secular. Desde que llevo acudiendo a las juntas siempre es lo mismo. Pocas preguntas, muchas unanimidades y ninguna queja. Los mismos partidos que se tiran de los pelos por cualquier nimiedad en los plenos (incluido el hecho de que ponga en un cartel juntos “marzo” y “martxoa”) no encuentran puntos de discordia en un presupuesto de 12,9 millones de euros. A veces en esas asambleas me siento Gurb, pero me niego a adoptar la apariencia de Marta Sánchez.