La localidad ribera de Murchante ha pasado en 10 días de pasar de tener 0 casos positivos de covid-19 a 35. Esta cifra representa una incidencia de 847 casos por cada 100.000 habitantes, mientras que la media nacional se encuentra actualmente (a fecha del día 7) en 321.

Este incremento se ha producido después de las reuniones familiares realizadas entre las celebraciones navideñas de Nochebuena, Nochevieja y Noche de Reyes y ha generado preocupación en el alcalde de la localidad, Luis Sancho, pero también cierta sensación de “desilusión” al ver que no se están cumpliendo las recomendaciones sanitarias después de que este municipio haya pasado por cribados masivos y cierres perimetrales el pasado mes de octubre.

Así lo han anunciado a través de un comunicado colgado en su página de Facebook, donde apunta que la cifra de 35 se ha llegado solo entre los días 28 de diciembre y 7 de enero ya que en esa primera fecha no había ningún caso registrado. El alcalde de Murchante, Luis Sancho, ha destacad que “durante 10 días no tuvimos ningún positivo. El efecto del confinamiento perimetral y del cribado tuvo un excelente repercusión. Bajamos a 12 casos y después a cero”.

Sin embargo la llegada de las fechas navideñas ha significado la relajación de parte de la población de esta localidad de 4.200 habitantes. Los contagios han venido principalmente por contactos familiares.

Sancho indicó que después de 10 meses de medidas duras se llega a un punto de cierto desánimo cuando se ve que la gente no cumple las normas sanitarias pese a la cantidad de muertos que se han registrado y las condiciones difíciles que le tocó vivir al propio Murchante. “No sé si impotencia es la palabra, yo creo que es más desilusión al ver que hay mucha gente que estamos aquí trabajando y volvemos a estar igual”, ha explicado.

“Nos costó mucho llegar hasta los cero casos. Cierre de hostelería, un cierre perimetral durante 15 días que es muy costoso para una administración, dos cribados con 20 profesionales para intentar controlar los brotes. A raíz de ahí la gente reaccionó y se consiguió a 0 el 28 de diciembre, pero con las fiestas de Navidad se ha ido todo al garete por no respetar las normas”, apunta Sancho.

Entre los nuevos casos hay desde niños pequeños hasta gente de elevada edad, debido a las relaciones familiares pero también sociales.

En el comunicado municipal se recuerda que existe un toque de queda entre las 23.00 y las 6.00 horas y que las reuniones se han de limitar a 6 personas y de dos unidades familiares. Desde el Consistorio se recuerda la necesidad de mantener las normas básicas sanitarias que son el lavado de manos, el llevar mascarilla y el mantenimiento de la distancia, al tiempo que se insiste en que está prohibido salir de la Comunidad Foral o entrar sin una causa justificada.