- El Vía Crucis de Andosilla no podrá celebrar su 30º aniversario de forma consecutiva e ininterrumpida. Ni la lluvia, ni el frío, ni ningún otro contratiempo había logrado hasta ahora frenar este multitudinario evento que cada año, desde 1991, reúne por el casco antiguo entre 3.000 y 4.000 personas de la localidad ribera y de los municipios de la zona.

El próximo viernes 10 de abril, fecha en la que se tenía que haber celebrado esta representación, las calles echarán en falta el barullo previo al respetuoso silencio tal y como aseguraba Carlos Fuertes, impulsor de esta cita organizada por la asociación Marcha Joven.

Con pena, aunque sabedores de que es lo que hay que hacer, Fuertes desvelaba que para este año tenían preparadas diversas novedades y sorpresas que tendrán que esperar al 2021. "Está claro que en la parte sentimental nos toca", apuntaba.

Todos los años esta representación trata, manteniendo intacta la historia, de innovar y modernizarse. En esta ocasión, informaba Fuertes, iban a estrenar un gran telón en la segunda caída; se trata del último decorado que falta para completar todo el recorrido. Y es que hay que recordar que en los últimos años han colocado grandes imágenes del término municipal en los puntos clave del Vía Crucis.

Este año, además, pensaban alargar la jornada para que no fuese solo algo de mañana e incluso tenían pensado organizar una pequeña concentración de bandas de tambores para animar el día. También habían montado una exposición para festejar este aniversario.

"Es algo que no está en nuestra mano, tenemos que seguir unas directrices y, además, está claro que para esa fecha no llegamos a tiempo. Lo primero es la salud y comprendemos que la vuelta a la normalidad tendrá que ser de forma paulatina", reiteraba Fuertes que, año tras año, se mete en la piel de Poncio Pilatos.

Se trata de una cita que más allá de afectar a los más devotos en el ámbito personal también perjudicará a la hostelería local y es que, explicaba Fuertes, "este día es junto con el 8 de septiembre, día de la Virgen de la Cerca, y la romería de Santa Cruz, que se celebra a principios de mayo, uno de los días más potentes en el calendario local para ellos".

Los vecinos de la localidad se vuelcan año tras año con los preparativos y es que, más allá de los organizadores, los andolenses decoran sus fachadas, bajeras, puertas y ventanas para que la localidad de un gran salto al pasado. Nada queda a la improvisación.

Fuertes apuntaba que de forma directa intervienen en la representación unas 70 personas (las Hijas de Jerusalén, los ladrones, Pedro, Barrabás, María de Cleofás, María Magdalena, Jesús, los romanos, los músicos...) y que, además, está el coro que suma unas 25 o 30 personas por lo que la recreación cuenta en total con unos 100 o 110 personajes.

El Vía Crucis arranca en la plaza del Corro con la sentencia de Poncio Pilatos y después Jesús (estos últimos años encarnado por Imanol Moreno) recorre las distintas estaciones con la cruz de 100 kilos hasta llegar a la plaza López del Val, donde tiene lugar la crucifixión.

Paralelamente a este evento tiene lugar por las calles del casco urbano, en este caso desde hace 16 años, el mercado hebreo; unos 30 puestos con productos artesanos, de alimentación y decoración llenan las vías aledañas al Vía Crucis. Además, y con la idea de animar la cita, estos últimos años también ha habido espectáculos callejeros y juegos infantiles.

La 17º edición de este marcado tendrá que esperar también al próximo año.

"Hay que seguir las normas aunque está claro que éstas contradicen los sentimientos que tenemos", apuntaba Fuertes que finalizaba asegurando que el año que viene volverán a organizar esta representación con las mismas ganas e ilusión.

"En la parte más sentimental nos afecta, pero hay que seguir la normativa"

Asociación Marcha Joven