Según ha podido saber La Entibadora, en el Departamento de Intoxicación y Propaganda del Gobierno de Navarra valoran positivamente el revuelo y la consiguiente confusión generada por la entrevista concedida por la presidenta foral, Yolanda Barcina, a la revista Vanity Fair, en la que se-ñala a los periodistas como corresponsables de las dietas opacas de Caja Navarra, porque sabían que existían pero no preguntaban por ellas. "Todo el mundo piensa que la responsable de todo es Barcina. Cualquier alteración, por confusa que sea, en ese estado de opinión general es bueno", afirman fuentes del De-partamento. Así las cosas, están decididos a continuar con esa peculiar política comunicativa consistente en negar entrevistas a me-dios de comunicación generalistas radicados en Navarra -como por ejemplo este-, y concedérselas a medios especializados en las cuestiones más peregrinas y alejadas de la política navarra radicados en Madrid, como por ejemplo la revista Cuarto Milenio, dirigida por Iker Jiménez. La Entibadora ha tenido acceso a la portada del próximo número de esa publicación dirigida a los amigos de lo pa-ranormal. En ella se puede ver a Barcina po-sando en su coche oficial, bajo el sugerente tí-tulo de "La comisionista de la curva". En la entrevista, Barcina cuenta que camino a una comisión de Can, su coche oficial recogió a una autoestopista, que nada más subir al vehículo le dijo "en esta comisión y sus dietas morí yo, políticamente", y acto seguido desapareció. La presidenta foral achaca la responsabilidad del escándalo de las dietas opacas a la maldición que le profirió ese ser hectoplásmico. Añade que en una mancha de humedad de su ático de Mendebaldea se ve claramente la cara de Miguel Sanz; que en las no-ches de viento en su cántabra Casa Escondida se oye a Álvaro Miranda ulular "Navarra ya ha superado el Cabo de Hornos de la crisis"; y que sospecha que alguien ha echado mal de ojo a Lourdes Goicoechea. "Los periodistas nunca me preguntan por esa Navarra paranormal que tantos problemas me da", se queja amargamente la presidenta.