Aunque aún quedaría el trámite de las primarias para certificar su apuesta, parece claro que Elma Saiz, actual consejera de Economía y Hacienda y portavoz del Gobierno de Navarra, es la cara del PSN para la alcaldía de Pamplona en 2023. Ayer se hizo público que Saiz –que ya fue número 2 en Pamplona en 2019, concejalía que abandonó para incorporarse al gobierno– sustituirá a Maite Esporrín, completamente amortizada como concejala y líder del PSN tras bastantes más oscuros que claros. La llegada de Saiz puede suponer un nuevo intento del ahora partido en el gobierno de tratar de recuperar terreno en la capital y de igualar algo más los resultados que obtiene en el global de Navarra con respecto a los que obtiene en una Pamplona en la que hace muchos años que no pasa del 17%. Difícil tendrá superar a EH Bildu, que en 2019 rozó el 25%, pero sí obtener un resultado que les afiance como tercera fuerza ante la llegada del renovado brío de Contigo Navarra y, lo que es más importante, poder ser la llave –junto con el mencionado Contigo y Geroa Bai– de un cambio en el color de la alcaldía de Pamplona, tras una legislatura en la que tras unos inicios titubeantes el PSN se ha ubicado claramente en la oposición. Una alcaldía en manos de EH Bildu como segunda fuera apoyada por la tercera, cuarta y quinta ante Navarra Suma no es nada descartable si las fichas a nivel del gobierno regional se siguen manejando como se han manejado esta legislatura, con el apoyo presupuestario y en ocasiones parlamentario de EH Bildu al equipo de gobierno. La propia Saiz es la consejera que ha visto como sus cuentas eran aprobadas por el partido de la izquierda abertzale, con todo lo que eso supone de estabilidad durante 4 años, y la lógica dicta que esa actitud recibirá contraprestación justa si los números dan para ello tras las elecciones. Veremos qué vota la siempre peculiar Pamplona.