Ave César, los que tenemos hipoteca te saludamos… Y eso que se supone que precisamente las autoridades monetarias –qué guay tiene que ser: ¿tú de qué trabajas? Soy autoridad monetaria. Ah, mira, me debes 1.500 euros por el café, japuta– suben los tipos de interés para contener la inflación, pero a lo que se ve las teorías estas a veces no chutan bien y se juntan en su punto más alto un poco como les pasa al Arga y al Ulzama unos metros antes de su punto de unión en Villava, que cuando vienen crecidos ambos dejan huertas, Martiket y las fincas primeras de Villava anegadas. Con esto está pasando igual: ni baja la inflación y suben las hipotecas.

De hecho, se está calculando que una hipoteca media de unos 150.000 euros a 40 años puede subir unos 3.000 euros al año o más. A eso súmenle energía, transporte, alimentación, combustible, etc. Por eso que gobierno y sindicatos hayan logrado subir hasta 1.080 euros el salario mínimo es una gran noticia, por mucho que cuando el salario mínimo comenzó a subir –ha subido un 47% en los últimos 4 años– la patronal y sus medios de comunicación terroristas –casi todos– anunciaran el fin de los días y de las empresas como tales si estas subidas se llevaban a cabo. Que se proteja lo más posible a quien menos tiene y dignamente se lo gana –nada menos que unos 28.000 navarros y navarras– siempre va a ser una buena noticia, por mucho que las subidas en el coste de la vida de los dos últimos años y especialmente este último lastren los bolsillos de la práctica totalidad de la población, salvo el 15 o 20% del tramo alto, para quien esta clase de asuntos son leves molestias o migajas.

A ver si van mejorando también los sueldos posteriores a los mínimos, puesto que el más habitual sigue siendo muy bajo, sin olvidar que esos sueldos en una provincia cara como es esta representan menor capacidad de compra que en casi todo España.