En Pamplona se cumplió el guión preestablecido y Asiron asumió la alcaldía en sustitución de Ibarrola. Con absoluta normalidad social. Un relevo democrático, legal y legítimo que nace de la voluntad libre y democrática expresada en las urnas por las pamplonesas y pamploneses en mayo. La aplicación de las reglas del juego de la democracia. Los votos que suman las formaciones que apostaban por un relevo municipal en Iruña (EH Bildu, PSN, Geroa Bai y Contigo-Zurekin) ganaron de largo en las urnas con un total de 56.484 papeletas, mientras que la suma de los partidos de la derecha que habían gobernado el Ayuntamiento desde 2019 retrocedieron en apoyos y se quedaron lejos con 39.648 en conjunto.

Nadie acudía a las urnas engañado y cada ciudadano eligió entre ambos bloques sabiendo de antemano qué acuerdos y modelo de ciudad estaban en juego. De hecho, Pamplona ha pasado de 11 ediles de UPN y PP a 16 de la mayoría plural.

La pelota ya no está en el tejado de UPN, sino en el nuevo equipo de gobierno municipal, en la capacidad de leer y entender la ciudad y las demandas de los pamploneses y pamplonesas de Asiron y en cumplir los compromisos de partida de ejercer la política municipal en Iruña desde las bases del consenso, el respeto al que piensa diferente y la convivencia. Este nuevo tiempo tiene todo el camino por recorrer, una mayoría comprometida de votos y amplio apoyo social en las calles y un programa común de trabajo con proyectos, prioridades y reformas estructurales para impulsar el desarrollo de Pamplona tras más de cuatro años de paralización e ineficacia. Ya es responsabilidad de quienes asumen la capacidad de gobierno cumplir con sus obligaciones y atender a las necesidades de Pamplona, las demandas de sus barrios y escuchar a las pamplonesas y pamplonesas.

Poco más sucedió ayer que este trámite democrático aplicando las más simples reglas del juego de sumar mayorías. Lo más imprevisible de la jornada y de los 15 días anteriores ha sido la pésima salida de la hasta ahora alcaldesa. Su sobreactuación política de cara a la galería exterior le deja fuera de la normalidad institucional y política en la Navarra de hoy.

Ibarrola se ha empeñado en un discurso repleto de descalificativos, provocador, inútilmente fanfarrón y amenazante en ocasiones contra el PSN y contra el resto de los grupos municipales que le invalida como interlocutora. Se ha ido rectificándose a sí misma de nuevo reconvocando a última hora el Pleno del Ayuntamiento que suspendió hace 15 días por una absurda rabieta política. Y acabó mostrando un clasismo rancio y casposo al señalar que este gobierno municipal es lo más indigno y equipararlo laboralmente a fregar suelos.

Ibarrola (UPN): "Nunca sería alcaldesa con los votos de Bildu. Jamás. Prefiero fregar escaleras"

Ibarrola (UPN): "Nunca sería alcaldesa con los votos de Bildu. Jamás. Prefiero fregar escaleras" DIARIO DE NOTICIAS

Ibarrola quizá no sepa, aunque resulta extraño, que muchas madres de quienes forman parte de su misma generación no sólo se dedicaron a sus labores domésticas y a los hijos e hijas y a los abuelos y abuelas, sino que también fregaron suelos o limpiaron oficinas o colaboraron como modistas, etcétera para llevar un poco de dinero añadido al sueldo que llegaba a casa para sacar adelante a la familia en situaciones difíciles. La verdad es que porque fueron somos nosotros y nosotras ahora. Un error político irreversible comparable al que cometió Barcina cuando intentó justificar el cobro de sus dietas opacas en la CAN alegando que más cobraban en la obra por hacer alicatados. El triste final de una posible carrera política.