Síguenos en redes sociales:

A la contra

Jorge Nagore

Puyas

PuyasJavier Bergasa

Hace ya mucho que la política no sorprende a casi nadie sino que más bien aburre a casi todos, lo cual representa un peligro obvio, que no es sino el de desentenderse de ella y con ella de todo lo que gestiona, que es prácticamente todo. No sorprende pero de vez en cuando te recuerda que hay personas o partidos que por momentos se dan más importancia a sí mismas y mismos que a la labor que están realizando, una labor que debiera de estar por encima de sus posturas personales.

Cuando Ramón Alzórriz, del PSN, le lanzó una buena andanada a la sanidad navarra quizá –lo ignoro por completo– tenía sus razones técnicas, pero habida cuenta de que su partido conforma gobierno y es gobierno gracias a Geroa Bai, Contigo y Bildu tengo para mi que las críticas o comentarios se tienen que hacer, como se suele decir, en el vestuario. Llevamos casi 10 años de gobiernos en los que no ha tenido parte UPN y en este tiempo la sociedad y la propia escala de población ha cambiado mucho, al igual que la profesión médica y su realidad numérica, las exigencias de los pacientes y un montón de variables que unidas a la pandemia han colocado a la sanidad navarra en situaciones que hace unos años nos parecían casi quiméricas.

En ese terreno, ponerse a airear defectos en público es cuando menos de una pésima educación política, en tanto en cuanto tus cuadros y decenas y hasta cientos de cargos del PSN están donde están gracias al apoyo de los otros partidos en liza, aquellos que dentro del gobierno o fuera como ayuda sostienen cada año la apuesta. En un tema tan sensible, además, como la sanidad, la desconsideración es aún mayor.

Esto vale también para las otras direcciones, claro, no solo cuando el señalado es un consejero de Geroa Bai. Harían bien todos en trabajar dentro y dejarse de puyas fuera. Solo alimentan el desánimo y la desconfianza y no construyen nada.