Hay varias razones evidentes por las que no votaría al PP si tuviera más de 65 años. Su apoyo entraña múltiples riesgos se mire por donde se mire. Cinco años después del confinamiento y con una mirada crítica no podemos olvidar que se ha dejado morir, y morir mal, ahogados y solos, a muchas personas mayores en residencias de Madrid.

Los de las residencias privadas si eran derivados a sus hospitales de pago tal y como nos relató el estremecedor documental 7291 que emitió esta semana RTVE. El llamado protocolo de la vergüenza prohibió durante la primera ola derivar pacientes de las residencias a los hospitales. Fueran 4.000 o 7.000 los que no fueron atendidos por personal médico y no pudieron salvar su vida. Sin oxígeno.

Como señala Juanjo Castro, hay que ponerse en el lugar de las familias y “tengo claro que lo que pasó no debería volver a pasar”. También eran mayores o con discapacidad las personas que quedaron retenidas en sus casas o residencias y quedaron atrapados por el agua tras el paso de la Dana en Valencia, sin poder moverse, y viendo cómo el agua subía palmo a palmo... Son mayores a los que se quiso subir las pensiones un 0,25%, por debajo del IPC, cuando los populares gobernaron en el Estado... En definitiva, ahogados en muerte o en vida.