Tal y como ahora mismo están las cosas, hoy, a 27 de marzo, ante tantísima gente que lo está pasando mal económicamente, yo me siento una persona afortunada, así que he decidido donar la mitad de mi sueldo de este mes.Soy funcionaria del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, y digo que me siento “afortunada” porque sé que aunque ahora mismo estoy trabajando a medio gas (desde mi casa), al igual que muchas de vosotras y vosotros, sin embargo yo tengo la seguridad de que mi puesto de trabajo no peligra, y de que además cobraré mi sueldo.Soy administrativa en un instituto, y en estos momentos de mi vida laboral la mitad de mi sueldo son 900 € que es lo que voy a donar. Todavía no sé muy bien hacia dónde canalizaré esta ayuda. Puede que sea a alguna de las personas autónomas de mi alrededor, que me consta que las van a pasar canutas, o tengo otra opción, la de donar a una entidad de las que luchan a brazo partido por ayudar a personas excluidas. Ahora mismo tengo en mente el comedor social París 365 de Iruña, que está haciendo una labor increíble, así como tantas otras entidades de este estilo.Cuando tomé esta decisión me di cuenta de algo que, aún pecando de ingenuidad, lo quiero plantear: ¿os imagináis que hubiera funcionarios y funcionarias que estuvieran en condiciones de hacer lo mismo? Creo que a nivel de todo el Estado somos más de 2 millones de funcionarios. ¿Os imagináis que, aunque sea la cuarta parte de ellos, donara una parte de su sueldo? ¡¡¡Esto podrían ser 500 millones de € !!! Y quien dice funcionarios, también dice cualquier persona que, estando económicamente desahogada, se haga un planteamiento de “¿qué puedo hacer yo?”Sería bonito que se pudiera articular alguna vía para que se pudieran llevar a cabo donaciones voluntarias (¿la Administración?), y que, por supuesto, tuviéramos garantías de que lo recaudado se destinara a fines sociales (¿sindicatos?).Yo lo dejo caer.