Como enfermera escolar con estas palabras quiero expresar mi opinión en relación al aumento del número de niños/as por aula y la creación de grupos mixtos en las Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de Pamplona, opinión que únicamente parte desde el punto de vista de la salud.

Según la OMS, “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad. El grado máximo de salud que se pueda lograr es uno de los derechos fundamentales de todo ser humano. El desarrollo saludable del niño es de importancia fundamental”.

Todos habremos oído la frase “cuando empiece el pequeño/a la escuela, se va a coger todo tipo de bichos”. Pues bien, la falta de salud en las escuelas deriva de tres factores principalmente: 1) El sistema inmunitario del menor es inmaduro, su probabilidad de enfermar, contagiarse y tener recaídas es mayor que en la persona adulta, a esto se suma que, debido a su edad, sus medidas autohigiénicas son todavía deficientes. 2) El riesgo de contraer una enfermedad infectocontagiosa, sobre todo respiratoria, aumenta con el hacinamiento (indicador: convivencia de 3 o más personas en una habitación) y en espacios cerrados. 3) Las normas sanitarias de las Escuelas Infantiles, hechas para la protección de la salud individual y comunitaria del alumnado en el aula, y que recomienda la no asistencia del menor enfermo a las aulas, está sujeta al buen hacer y responsabilidad familiar, responsabilidad que se ve mermada sobre todo cuando hablamos de conciliación familiar.

Dicho esto, considero que un aumento del número de niños/as en el mismo espacio podría ir ligado al aumento (más si cabe) de contagios en las escuelas infantiles, con la consiguiente merma de salud del menor, con las consiguientes dificultades para las familias a la hora de conciliar y con la consiguiente carga en Atención Primaria y de Urgencia pediátrica. Sólo hace falta que asista un niño/a enfermo/a para que se contagien varios/as en el mismo espacio. Por lo tanto, no debemos aumentar esa probabilidad si no hay unas normas de salud comunitaria en el aula definidas y unificadas. Así mismo, no olvidemos la salud del personal trabajador. El aumento de infecciones en las escuelas implica un aumento de contagios entre el personal educador y su correspondiente detrimento en salud.

Por otra parte, la creación de grupos mixtos (aulas con menores desde los 4 hasta los 19 meses) contribuye igualmente a la merma de salud en nuestros pequeños/as porque, como anteriormente he citado, el sistema inmunitario de nuestros menores es débil, más débil cuanto más pequeño eres. Por poner un ejemplo descriptivo, un niño/a con bronquiolitis de 19 meses pasará la convalecencia en el mejor de los casos en casa, pero un bebé de 4 meses seguramente sería ingresado.

De igual manera, la convivencia de niños/as hasta los 19 meses (que por su edad no distinguen siempre lo correcto, lo comedido y la prudencia en el juego) con los bebés más pequeños en la misma aula, podría conllevar un aumento de accidentes físicos en ese espacio.

Por ello, pediría a quien proceda, que cuando planteemos un aumento del número de niños/as en el mismo espacio o la creación de grupos mixtos, no se obvie tomar medidas respecto a lo anteriormente comentado, se valore si esto implica ganar en salud y se tenga presente la definición de salud que dicta la OMS. Como todos sabemos, es mejor prevenir que curar.

La autora es enfermera de las Escuelas Infantiles del Ayuntamiento de Pamplona