La sociedad presenta bastantes diferencias en relación a la existente tan apenas hace 40 años. Son varios los aspectos que nos hacen ver que el futuro es muy distinto al pasado. Tal vez, el más relevante es el de la vivienda. En los años 80 apenas existía el mercado de alquiler en nuestro país, siendo la propiedad el denominador común. Incluso con segundos alojamientos como lugares de descanso y esparcimiento. Hoy, en los hogares encabezados por una persona menor de 30 años, el 53,4% son en régimen de alquiler. En 2022, el alquiler subió en todas franjas de edad, salvo en los jubilados que residen en propiedad en el 90% de los casos; ayer la hipotecas eran a 15 años, frente a los 30 actuales. Otro de los cambios lo tenemos en el incremento del concepto de “pago por uso”. En el pasado, se almacenaban productos por si venían “tiempos mal dados”. En la actualidad, se paga por aquello que se necesita para vivir, dada la escasez de medios. Otro de los cambios los vemos en las nuevas figuras laborales denominadas nómadas digitales. Se estima que existen 35 millones de estos usuarios sin un lugar de residencia fija, al poder trabajar por medios digitales. La experiencia de hacer turismo mientras se trabaja es cada vez más atractiva para las nuevas generaciones. También en los desplazados por conflictos o condiciones climatológicas, donde más de 108 millones se han visto obligados a abandonar sus países prácticamente con lo que llevaban puesto en 2022, en un reciente informe de ACNUR. Por último, también vamos “ligeros de ropa”, ante las altas temperaturas. En resumen, el pasado estaba marcado por los bienes y raíces de toda índole, frente a un presente, y seguramente un futuro, donde la “ligereza” en la existencia es el denominador común, conformando una sociedad donde su mayor valor es la “vivencias de experiencias” sin bienes y raíces predeterminados. No es más rico el que más tiene, sino aquel que menos necesita para vivir. Estos cambios suponen un Estado muy diferente al actual, donde muchos de sus impuestos irán desapareciendo conforme vayan creciendo las actuales tendencias.